14/10/2018, 00:19
—¿Lo que sucedió exactamente? —repitió Daigo y se cruzó de brazos—, verás...
Aquel día pasaron muchas cosas y Daigo en verdad no tenía ni idea de la mayoría a pesar de haber estado allí. Solo tenía su propio punto de vista y un par de medias verdades que escuchaba por ahí.
—Pues todo comenzó con el combate entre Aotsuki Ayame y Uchiha Datsue —dijo—, ambos parecían tener algo... personal, porque Datsue la provocó a más no poder hasta que...
Daigo juntó ambas manos parcialmente cerradas antes de abrirlas y separarlas de golpe, simulando una explosión.
—De pronto un chakra blanco empezó a envolverla y le aparecieron cuernos y... colas —suponía que Rōga ya tenía una idea de lo que significaba—, y entonces lanzó una especie de rayo que se iba a llevar a Datsue y probablemente a toda la grada por delante.
Tembló un poco recordando el miedo que pasó, pero no podía dejarse llevar porque probablemente se le olvidaría que aquella no fue Ayame, sino la bestia que tenía sellada.
Los jinchuuriki deben ser respetados, pues son las jaulas que mantienen al mal sellado dice el dicho, pero demonios, tiene que ser muy difícil hacer de jaula cuando tienes toda la presión de fallar encima, cuando eso es lo que puede pasar cuando flaqueas.
—Datsue pudo absorber el rayo de alguna manera y varios ninja saltamos para intentar calmar a Ayame de alguna manera —en su caso no tuvo mucho éxito, solo consiguió llevarse unas quemaduras y un fuerte coletazo—, fue entonces cuando un ninja del remolino apareció y de alguna manera teletransportó lejos tanto a Ayame como a un shinobi de la lluvia y una kunoichi del remolino.
Ese ninja del remolino era indudablemente Uchiha Akame, el ganador del torneo de los dojos. Cualquiera lo reconocería.
—A partir de ahí todo se lio aún más. Shanise intentó matar a Datsue, o sacarle información de adonde se habían llevado a Ayame y al resto, o las dos cosas a la vez, no lo sé, pero por suerte Hanabi lo salvó, porque de lo contrario estaría muerto —casi le costó pronunciar eso último, era difícil imaginarse como hubiera acabado todo si hubieran matado a Uchiha Datsue allí mismo—, Datsue huyó por órdenes de su Kage y un compañero mío lo intentó detener, yo... lo seguí, pensaba que tenía un plan.
Se rascó la nuca, algo avergonzado, probablemente hubiera podido haberlo hecho mejor.
—Mi compañero intentó detener a Datsue, un perro se interpuso, yo empujé a un chico y otro compañero fue directo a pegarle a Datsue, no sé por qué —dijo—, probablemente no se hayan llevado un buen recuerdo de nosotros.
En ese momento le hizo algo de gracia, pero la verdad es que se sentía horrible por haberla liada tanto en la propia casa de los Uzujin. Tendría que haberlo hecho mejor.
—La kunoichi del remolino apareció y escuchamos como le dijo a Hanabi que Ayame y su compañero se encontraban en el hospital, así que le avisamos a Yubiwa para asegurarnos de que no pasaba nada raro —recapitulando, quizá había exagerado un pelín—, al final los entregaron sin un rasguño y pudieron volver a su aldea, el resto es historia.
En resumen, aquello era todo lo importante que Daigo conseguía recordar de aquel día. Pero ahora que tenía a Rōga, un amejin, en frente no quería desaprovechar la oportunidad de preguntar.
—¿Conoces a Aotsuki Ayame o a Amedama Daruu? ¿Sabes si se encuentran bien?
Aquel día pasaron muchas cosas y Daigo en verdad no tenía ni idea de la mayoría a pesar de haber estado allí. Solo tenía su propio punto de vista y un par de medias verdades que escuchaba por ahí.
—Pues todo comenzó con el combate entre Aotsuki Ayame y Uchiha Datsue —dijo—, ambos parecían tener algo... personal, porque Datsue la provocó a más no poder hasta que...
Daigo juntó ambas manos parcialmente cerradas antes de abrirlas y separarlas de golpe, simulando una explosión.
—De pronto un chakra blanco empezó a envolverla y le aparecieron cuernos y... colas —suponía que Rōga ya tenía una idea de lo que significaba—, y entonces lanzó una especie de rayo que se iba a llevar a Datsue y probablemente a toda la grada por delante.
Tembló un poco recordando el miedo que pasó, pero no podía dejarse llevar porque probablemente se le olvidaría que aquella no fue Ayame, sino la bestia que tenía sellada.
Los jinchuuriki deben ser respetados, pues son las jaulas que mantienen al mal sellado dice el dicho, pero demonios, tiene que ser muy difícil hacer de jaula cuando tienes toda la presión de fallar encima, cuando eso es lo que puede pasar cuando flaqueas.
—Datsue pudo absorber el rayo de alguna manera y varios ninja saltamos para intentar calmar a Ayame de alguna manera —en su caso no tuvo mucho éxito, solo consiguió llevarse unas quemaduras y un fuerte coletazo—, fue entonces cuando un ninja del remolino apareció y de alguna manera teletransportó lejos tanto a Ayame como a un shinobi de la lluvia y una kunoichi del remolino.
Ese ninja del remolino era indudablemente Uchiha Akame, el ganador del torneo de los dojos. Cualquiera lo reconocería.
—A partir de ahí todo se lio aún más. Shanise intentó matar a Datsue, o sacarle información de adonde se habían llevado a Ayame y al resto, o las dos cosas a la vez, no lo sé, pero por suerte Hanabi lo salvó, porque de lo contrario estaría muerto —casi le costó pronunciar eso último, era difícil imaginarse como hubiera acabado todo si hubieran matado a Uchiha Datsue allí mismo—, Datsue huyó por órdenes de su Kage y un compañero mío lo intentó detener, yo... lo seguí, pensaba que tenía un plan.
Se rascó la nuca, algo avergonzado, probablemente hubiera podido haberlo hecho mejor.
—Mi compañero intentó detener a Datsue, un perro se interpuso, yo empujé a un chico y otro compañero fue directo a pegarle a Datsue, no sé por qué —dijo—, probablemente no se hayan llevado un buen recuerdo de nosotros.
En ese momento le hizo algo de gracia, pero la verdad es que se sentía horrible por haberla liada tanto en la propia casa de los Uzujin. Tendría que haberlo hecho mejor.
—La kunoichi del remolino apareció y escuchamos como le dijo a Hanabi que Ayame y su compañero se encontraban en el hospital, así que le avisamos a Yubiwa para asegurarnos de que no pasaba nada raro —recapitulando, quizá había exagerado un pelín—, al final los entregaron sin un rasguño y pudieron volver a su aldea, el resto es historia.
En resumen, aquello era todo lo importante que Daigo conseguía recordar de aquel día. Pero ahora que tenía a Rōga, un amejin, en frente no quería desaprovechar la oportunidad de preguntar.
—¿Conoces a Aotsuki Ayame o a Amedama Daruu? ¿Sabes si se encuentran bien?
![[Imagen: IMG-20210515-202948-586.png]](https://i.ibb.co/fqtcMG8/IMG-20210515-202948-586.png)
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.