21/10/2018, 23:49
-Si tienes razón. Se limitó a decir el genin otra vez utilizando su voz de timidez.-Es que a veces me pongo a pensar y desvarío un poco. Concluyó y continuó caminando junto a Daigo.
Las mangas del kimono verde y negro se balanceaban de un lugar a otro, ya que Geki, como juego le gustaba poner sus brazos por dentro del torso de la vestimenta y dejar en libre albedrio el resto de su ropa, que se movían como dos péndulos a sus costados y a veces el viento las peinaba como una bandera.
Observaba el horizonte y se sentía impaciente de llegar. -¿Es muy lejos?...a donde vamos me refiero, es que no recuerdo bien el nombre del lugar. Geki aunque era un joven inteligente le costaba recordar fechas o nombres a los que no había prestado mucha atención, se había relajado que Daigo fuera el líder y retenía sólo algunas de las cosas más importantes.
-No te lo voy a negar, estoy emocionado, pero un poco preocupado ¿Ya habías hecho misiones así? Seguía cuestionando al otro shinobi, quizá por el aburrimiento que le generaba el caminar tanto, o quizá porque de verdad le interesaba conocer a Daigo
– Una vez salí de mi pueblo ¿Sabes? Pero era muy pequeño y no lo recuerdo bien. Mis padres son panaderos… y es un trabajo que demanda mucho, pero hay que hacerlo para así llevar el pan a la mesa. Rió como si fuera un gran chiste, pero en realidad no lo era, simplemente se lo había copiado al panadero, que lo repetía hasta el hartazgo hacia sus clientes, Geki escuchó ese juego de palabras un millón de veces, pero siempre le causaba gracia y ahora que extrañaba su casa, la frase se volvía mucho más especial.
Las mangas del kimono verde y negro se balanceaban de un lugar a otro, ya que Geki, como juego le gustaba poner sus brazos por dentro del torso de la vestimenta y dejar en libre albedrio el resto de su ropa, que se movían como dos péndulos a sus costados y a veces el viento las peinaba como una bandera.
Observaba el horizonte y se sentía impaciente de llegar. -¿Es muy lejos?...a donde vamos me refiero, es que no recuerdo bien el nombre del lugar. Geki aunque era un joven inteligente le costaba recordar fechas o nombres a los que no había prestado mucha atención, se había relajado que Daigo fuera el líder y retenía sólo algunas de las cosas más importantes.
-No te lo voy a negar, estoy emocionado, pero un poco preocupado ¿Ya habías hecho misiones así? Seguía cuestionando al otro shinobi, quizá por el aburrimiento que le generaba el caminar tanto, o quizá porque de verdad le interesaba conocer a Daigo
– Una vez salí de mi pueblo ¿Sabes? Pero era muy pequeño y no lo recuerdo bien. Mis padres son panaderos… y es un trabajo que demanda mucho, pero hay que hacerlo para así llevar el pan a la mesa. Rió como si fuera un gran chiste, pero en realidad no lo era, simplemente se lo había copiado al panadero, que lo repetía hasta el hartazgo hacia sus clientes, Geki escuchó ese juego de palabras un millón de veces, pero siempre le causaba gracia y ahora que extrañaba su casa, la frase se volvía mucho más especial.