Entre la multitud que iba venia estaba ella, con sus ropas de invierno y con un paquete de frituras en las manos. De vez en cuando se distraía con los puestecillos y las cosas que vendían, sobre todo si estos eran de comida. Se detuvo un par de veces y una última a pocos pasos de la floristería. Algo en el lugar llamo su atención y no, no fueron precisamente las bellas flores que se exivian si no uno de sus clientes.
"Miren nada mas~" aprovecho la muchedumbre y se oculto, no quería perderse tal escena por nada del mundo. Espio desde lejos lo que el muchacho hacia para que quería flores... ¿Un encargo? ¿Eran para su madre? O... ¡una novia! sus ojos brillaron de emoción, a la morena le encantaban las historias de amor y los chismes, mucho - Jujujuju - necesitaba hacercarse y saber mas, una historia como aquella valía oro.
Akane se abrió paso entre la gente y en un abrir y cerrar de ojos estuvo en la floristería, vio de reojo al muchacho y rápidamente volvió su atención al paquetito de papas, debía ser discreta, muy discreta - ¡Buenas tardes! - saludo animada a todos los allí presentes, el dueño salió a su encuentro y le devolvió el gesto.
- ¿Flores para su novia? - ¿prudencia? Y eso que era, la Akimichi tenia la mala costumbre de no guardarse nada y la curiosidad había sido mas fuerte que nada - Seguro le gustan esas~ - agrego, señalando algunas cuantas de tintes azules.
"Miren nada mas~" aprovecho la muchedumbre y se oculto, no quería perderse tal escena por nada del mundo. Espio desde lejos lo que el muchacho hacia para que quería flores... ¿Un encargo? ¿Eran para su madre? O... ¡una novia! sus ojos brillaron de emoción, a la morena le encantaban las historias de amor y los chismes, mucho - Jujujuju - necesitaba hacercarse y saber mas, una historia como aquella valía oro.
Akane se abrió paso entre la gente y en un abrir y cerrar de ojos estuvo en la floristería, vio de reojo al muchacho y rápidamente volvió su atención al paquetito de papas, debía ser discreta, muy discreta - ¡Buenas tardes! - saludo animada a todos los allí presentes, el dueño salió a su encuentro y le devolvió el gesto.
- ¿Flores para su novia? - ¿prudencia? Y eso que era, la Akimichi tenia la mala costumbre de no guardarse nada y la curiosidad había sido mas fuerte que nada - Seguro le gustan esas~ - agrego, señalando algunas cuantas de tintes azules.