11/11/2018, 20:32
"¿Lo está tratando de "tu" siendo que es alguien mayor al que acaba de conocer? Y luego a mi me vienen a decir malcriado." Se cruzó de brazos negando con la cabeza. "¿Que no es oriundo de Amegakure?" Empezó a maquinar cosas dentro de su cabeza. ¿Sería alguien criado fuera de la aldea que luego fue reclutado cómo shinobi? "Aunque eso fuese cierto, ya debería estar acostumbrado a la forma de hablar." No se tragó el cuento, pero a la larga eso no importaba. Quién debía creerle era Uruku.
—Déjalo, déjalo. No importa—. Se carcajeó mientras movía la mano en señal de despreocupación. —Vamos, pasen en todo caso. Si vienen con Hirashi serán mis invitados también, ¿dónde está él?
—Amarrando al burro— Contestó la niña en brazos.
—¡Cuando venga le voy a reclamar por no avisar antes que traería compañía! Veremos si mi mujer puede preparar cena para todos, ¡andando!— Inmediatamente se adentró en la casa, dejando la puerta abierta para que los genins pasaran.
—Gracias— Dijo el Yotsuki. Creía que era adecuado hacerlo, aunque realmente no le correspondería decirlo a él, pero no podía confiar en los modales del calvo. "Se viste cómo un monje, pero en modales y tacto deja mucho qué desear." Meditaba mientras se adentraba en la vivienda con su mochila al hombro.
Adentro no les esperaba nada espectacular, más que una pequeña sala con un par de sofás, una mesa en el centro y unas escaleras que llevaban a los pisos superiores.
—Suban, pueden usar el cuarto de huéspedes al fondo del pasillo en el segundo nivel. Aunque sólo hay una cama litera, alguno tendrá que usar la bolsa de dormir. El otro cuarto es el que siempre usan Hirashi y su nieta— Anunció.
—So, ¿qué haremos entonces?— Preguntó mientras volteaba a ver a Karamaru.
A esas alturas el Habaki le había dado muchos motivos para NO inspirarle confianza. Obedecería, pero no lo respetaba cómo líder. Consideraba que su actitud era inapropiada, aunque no iba a armar problema a media misión por ello.
—Déjalo, déjalo. No importa—. Se carcajeó mientras movía la mano en señal de despreocupación. —Vamos, pasen en todo caso. Si vienen con Hirashi serán mis invitados también, ¿dónde está él?
—Amarrando al burro— Contestó la niña en brazos.
—¡Cuando venga le voy a reclamar por no avisar antes que traería compañía! Veremos si mi mujer puede preparar cena para todos, ¡andando!— Inmediatamente se adentró en la casa, dejando la puerta abierta para que los genins pasaran.
—Gracias— Dijo el Yotsuki. Creía que era adecuado hacerlo, aunque realmente no le correspondería decirlo a él, pero no podía confiar en los modales del calvo. "Se viste cómo un monje, pero en modales y tacto deja mucho qué desear." Meditaba mientras se adentraba en la vivienda con su mochila al hombro.
Adentro no les esperaba nada espectacular, más que una pequeña sala con un par de sofás, una mesa en el centro y unas escaleras que llevaban a los pisos superiores.
—Suban, pueden usar el cuarto de huéspedes al fondo del pasillo en el segundo nivel. Aunque sólo hay una cama litera, alguno tendrá que usar la bolsa de dormir. El otro cuarto es el que siempre usan Hirashi y su nieta— Anunció.
—So, ¿qué haremos entonces?— Preguntó mientras volteaba a ver a Karamaru.
A esas alturas el Habaki le había dado muchos motivos para NO inspirarle confianza. Obedecería, pero no lo respetaba cómo líder. Consideraba que su actitud era inapropiada, aunque no iba a armar problema a media misión por ello.