Al finalizar la comida Geki escuchó atentamente los detalles que les iba contando el alguacil sobre la muerte de una chica. Iba imaginándose la escena y cómo podría haber sucedido el asesinato. En primer lugar quería descartar la idea de que fuera un crimen pasional, algún estúpido esclavo de sus impulsos. El Senju acercó su mochila de donde tomó una libreta y un lápiz.
»Algo tuvo que pasar por el camino.
- Sin duda. Contestó el joven con un poco de oscuridad en sus ojos por imaginarse tal amarga situación en el relato de Rourah.
- ¿Conoce a la familia de Alia o a su marido? ¿Sabe si se llevaba mal con alguien en el pueblo?
Geki se llevo el lápiz hasta la pera, como si en su cabeza manejara un río de ideas y de hecho lo hacía, quería sacar toda la información posible del alguacil, se le ocurrían mil preguntas, pero debía ser cauto, no era necesario transformar aquello en un interrogatorio. También quería que, como líder del equipo, Daigo evacuara todas las dudas posibles, seguro que con su experiencia se ahorrarían mucha saliva. Así que se quedó callado, esperando su turno nuevamente para lanzar una batería de preguntas.
»Algo tuvo que pasar por el camino.
- Sin duda. Contestó el joven con un poco de oscuridad en sus ojos por imaginarse tal amarga situación en el relato de Rourah.
- ¿Conoce a la familia de Alia o a su marido? ¿Sabe si se llevaba mal con alguien en el pueblo?
Geki se llevo el lápiz hasta la pera, como si en su cabeza manejara un río de ideas y de hecho lo hacía, quería sacar toda la información posible del alguacil, se le ocurrían mil preguntas, pero debía ser cauto, no era necesario transformar aquello en un interrogatorio. También quería que, como líder del equipo, Daigo evacuara todas las dudas posibles, seguro que con su experiencia se ahorrarían mucha saliva. Así que se quedó callado, esperando su turno nuevamente para lanzar una batería de preguntas.