22/11/2018, 03:49
(Última modificación: 22/11/2018, 13:41 por Aburame Mei. Editado 1 vez en total.)
«Algo importante decía, que necesitaba mi ayuda decía, que sería interesante... Sí ¿cómo no? ¿A quién le puede parecer interesante el té rojo?» me repetía mentalmente, después de todo mi padre sí era mi padre y sabía que palabras decir y en dónde accionar para que yo saliera corriendo al otro lado del país en busca de un producto único, esencial, necesario y no sé cuanto más se habría inventado para terminar convenciéndome de venir a La Mediana Roja.
«Nada le costaba comprar una bolsa de té por ahí, no, tenía que ser fresco, el de mejor calidad, había que llegar a los productores... Ya se le está pegando la pichirres de mi mamá» seguía irritada, aún no era capaz de entender la facilidad con la que había aceptado.
«Ah no, pero esto no va a quedarse así, deberán recompensarme con algo muy bueno, algo lindo, algo especial, sí, me lo merezco» buscaba en mi mente el articulo, o la forma, en que me cobraría este favor, que no era un simple favor claro estaba.
Afortunadamente no era la primera vez que visitaba la isla, aunque sí era la primera vez que iba a solas, mi padre se había encargado de enseñarme el local en repetidas veces en dónde le gustaba comprar, sí en La Hoja Carmesí, tenía lindo nombre y todo, debía admitirlo, y era un lugar agradable, incluso me acababa de tomar un taza de té, sería inaudito pasar por ahí sin hacerlo.
Todo transcurría de lo más normal, tenía la bolsa con el té en mi mano, ya que aún no lo guardaba, y quería que el olor se impregnase en mi piel. Vestía la ropa que habitualmente solía llevar, sólo que estaba cubierta por una capa de color azul celeste y en mi frente no lucía mi bandana, por alguna extraña razón seguía quitandola al salir de la villa, no estábamos en guerra ni nada por el estilo, pero prefería tomar precauciones con posibles shinobis de otras aldeas que quisieran pasarse de listos, el examen chunin había quedado atrás ya hace meses, no obstante, me sentía mejor así.
Como seguía diciendo, todo transcurría de lo más normal, hasta que me topé con una chica de cabellera dorada, tenía un suéter morado y pantalón negro, lo que llamó mi atención fue la placa metálica en su frente, un ninja de Amegakure, ¿qué haría por aquí? ¿Quería comprar té rojo? A ciencia cierta no lo sabía, pero podría averiguarlo, mejor dicho, lo averiguaría.
Guardé el té y muy cuidadosamente comencé a seguir a la chica, no hacía nada interesante ni nada que llamase mi atención, incluso empezaba a parecerme aburrido, hasta que se encontró con otra femenina, su vestimenta me gustaba, tenía un buen estilo, sobre todo aquellas sombras rojas bajo sus ojos «¿Cómo se le habrá ocurrido? No había pensado en maquillarme con rojo, solo el labial»
Me mantuve al margen, a esa distancia no podía escuchar lo que decían y ya me estaba picando nuevamente la curiosidad, por lo que sería cuestión de tiempo para que me acercase a ellas, ¿qué excusa iba a decir?
«Nada le costaba comprar una bolsa de té por ahí, no, tenía que ser fresco, el de mejor calidad, había que llegar a los productores... Ya se le está pegando la pichirres de mi mamá» seguía irritada, aún no era capaz de entender la facilidad con la que había aceptado.
«Ah no, pero esto no va a quedarse así, deberán recompensarme con algo muy bueno, algo lindo, algo especial, sí, me lo merezco» buscaba en mi mente el articulo, o la forma, en que me cobraría este favor, que no era un simple favor claro estaba.
Afortunadamente no era la primera vez que visitaba la isla, aunque sí era la primera vez que iba a solas, mi padre se había encargado de enseñarme el local en repetidas veces en dónde le gustaba comprar, sí en La Hoja Carmesí, tenía lindo nombre y todo, debía admitirlo, y era un lugar agradable, incluso me acababa de tomar un taza de té, sería inaudito pasar por ahí sin hacerlo.
Todo transcurría de lo más normal, tenía la bolsa con el té en mi mano, ya que aún no lo guardaba, y quería que el olor se impregnase en mi piel. Vestía la ropa que habitualmente solía llevar, sólo que estaba cubierta por una capa de color azul celeste y en mi frente no lucía mi bandana, por alguna extraña razón seguía quitandola al salir de la villa, no estábamos en guerra ni nada por el estilo, pero prefería tomar precauciones con posibles shinobis de otras aldeas que quisieran pasarse de listos, el examen chunin había quedado atrás ya hace meses, no obstante, me sentía mejor así.
Como seguía diciendo, todo transcurría de lo más normal, hasta que me topé con una chica de cabellera dorada, tenía un suéter morado y pantalón negro, lo que llamó mi atención fue la placa metálica en su frente, un ninja de Amegakure, ¿qué haría por aquí? ¿Quería comprar té rojo? A ciencia cierta no lo sabía, pero podría averiguarlo, mejor dicho, lo averiguaría.
Guardé el té y muy cuidadosamente comencé a seguir a la chica, no hacía nada interesante ni nada que llamase mi atención, incluso empezaba a parecerme aburrido, hasta que se encontró con otra femenina, su vestimenta me gustaba, tenía un buen estilo, sobre todo aquellas sombras rojas bajo sus ojos «¿Cómo se le habrá ocurrido? No había pensado en maquillarme con rojo, solo el labial»
Me mantuve al margen, a esa distancia no podía escuchar lo que decían y ya me estaba picando nuevamente la curiosidad, por lo que sería cuestión de tiempo para que me acercase a ellas, ¿qué excusa iba a decir?
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga