24/11/2018, 17:17
La mujer le dijo, amablemente, que el Morikage se encontraba en la azotea, entrenado. Juro no perdió el tiempo pensando en las consecuencias que podría traerle eso, sino que simplemente, volvió a poner una sonrisa y hizo una reverencia.
— ¡Muchas gracias! — exclamó, y se dispuso a subir las escaleras, a toda prisa.
Sin embargo, unas últimas palabras por parte de la mujer no le pasaron desapercibidas.
—Esta es la tercera "máxima urgencia" en este mes. Estos shinobi de hoy en día... En mis tiempos...
« ¿Qué quiso decir con eso? » — Sintió un escalofrío. Puede que lo anterior hubiesen sido incidentes exagerados, pero desde luego, lo suyo era importante.
Tampoco se planteó que esto ya hubiera llegado a oídos de su Kage. Nadie más podía saber esto. Solo Datsue, la pobre Ayame (que no iba a poner informar a nadie) y él. De todas formas, tenía demasiada prisa como parar a contradecir a la mujer o rebatirle. Si todo iba bien, todo el mundo pronto sabría lo que ocurría.
Subio las molestas escaleras de madera hasta la última planta, y llegó hasta la azotea (la azotea donde había empezado todo, hacía demasiado poco tiempo para su gusto). Y ahí, luchando contra el horrible frío del invierno, se encontraba el Morikage, desnudo de torso para arriba. Lanzaba puñetazos y patadas al aire, como una forma de prober sus movimientos, supuso. Él no era particular del taijutsu, pero cualquiera lo reconocería.
Juro supo que tenía que romper el momento. También que a su Kage le gustaban mucho las peleas de entrenamiento. Esto iba a ser dificil.
— ¡Morikage-sama! — exclamó Juro, irrumpiendo en la sala. Después, hizo una reverencia, como símbolo de respeto ante su lider —. Siento interrumpir su entrenamiento, pero necesito hablar con usted urgentemente. Algo horrible ha sucedido. Algo que me pone en peligro a mi y a todos nosotros.
— ¡Muchas gracias! — exclamó, y se dispuso a subir las escaleras, a toda prisa.
Sin embargo, unas últimas palabras por parte de la mujer no le pasaron desapercibidas.
—Esta es la tercera "máxima urgencia" en este mes. Estos shinobi de hoy en día... En mis tiempos...
« ¿Qué quiso decir con eso? » — Sintió un escalofrío. Puede que lo anterior hubiesen sido incidentes exagerados, pero desde luego, lo suyo era importante.
Tampoco se planteó que esto ya hubiera llegado a oídos de su Kage. Nadie más podía saber esto. Solo Datsue, la pobre Ayame (que no iba a poner informar a nadie) y él. De todas formas, tenía demasiada prisa como parar a contradecir a la mujer o rebatirle. Si todo iba bien, todo el mundo pronto sabría lo que ocurría.
Subio las molestas escaleras de madera hasta la última planta, y llegó hasta la azotea (la azotea donde había empezado todo, hacía demasiado poco tiempo para su gusto). Y ahí, luchando contra el horrible frío del invierno, se encontraba el Morikage, desnudo de torso para arriba. Lanzaba puñetazos y patadas al aire, como una forma de prober sus movimientos, supuso. Él no era particular del taijutsu, pero cualquiera lo reconocería.
Juro supo que tenía que romper el momento. También que a su Kage le gustaban mucho las peleas de entrenamiento. Esto iba a ser dificil.
— ¡Morikage-sama! — exclamó Juro, irrumpiendo en la sala. Después, hizo una reverencia, como símbolo de respeto ante su lider —. Siento interrumpir su entrenamiento, pero necesito hablar con usted urgentemente. Algo horrible ha sucedido. Algo que me pone en peligro a mi y a todos nosotros.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60