26/11/2018, 06:52
La cacería fue lo que llevo a Mitsuo a Kemonomura, un pueblo perdido entre el bambú, famoso por sus cazadores parecía el lugar perfecto para que el genin aprendiera rastrear y cazar presas, esto era algo que entusiasmaba al Senju ya que lo aprendiera aquí podía aplicarlo en su vida como shinobi.
El genin había preparado el viaje de un día para el otro, preparo su mochila de cuero negro para unos tres o cuatro días. Luego del viaje desde la aldea hasta ese lugar, el cual le llevo algo más de tiempo en encontrar ya que había tomado el camino equivocado. Pero finalmente llego al pueblo gracias una pareja de ancianos que se dirigían en una carreta tirada por bueyes hacia este lugar, la pareja ayudaron amablemente al genin a llegar a Kemonomura.
—Les agradezco mucho haberme traído hasta aquí, la verdad no se que hubiera pasado si no me hubieran ayudado— Dijo Mitsuo a la pareja mientras se baja de la carreta en el arco de la entrada al pueblo.
—No hay problema querido, eres igual a mi hijo cuando tenia tu edad, a el le gustaba explorar mucho y también solía perderse... bueno tenemos que continuar si queremos llegar al siguiente pueblo hoy así que cuidate— Dijo la anciana mientras se ponía en marcha nuevamente a lo que el genin hizo una reverencia para agradecerles.
Ya era tarde, el sol estaba por empezar a retirarse a lo que el genin decidió posponer la cacería para mañana, en ese momento solo quería comer y descansar pero antes debía de encontrar El cubil de ardillas. Esta era una posada que le había recomendado su padre para el viaje del genin ya que es un muy buen lugar a un muy buen precio lo cual convenció a Mitsuo de pasar la noche en el lugar.
Encontrar el lugar era más fácil decirlo que hacer ya que hacerlo ya que la ciudad estaba bastante movida con el turismo, con un montón de puestos de los cuales de ellos los que llamaban la atención del shinobi eran los de herramientas a los cuales les echaba una ojeada para ver si encontraba algo interesante. El cansancio y el frio jugaban a favor para que el Senju encontrara la posada pronto.
Sin darse cuenta ya se encontraba en la periferia del pueblo y se tomo con el lugar que buscaba. Mitsuo no lo pensó mucho y se adentro dentro del local, en cuanto lo hizo un olor a curry hizo que le diera más hambre del que tenía, el Senju se registro en la posada mostrando su bandana ya que tenia entendido que era un lugar para shinobis.
—Gracias— Agarro las llaves de su habitación y se dirijo derecho hacia el comedor mientras admiraba el lugar, eligió una mesa para dos que se encontraba casi en el medio de la habitación, antes de comer decidió colocar su mochila al lado de la silla, sentarse para descansar y pensar que haría mañana mientras se quedaba mirando a los cocineros ya que todo esto del viaje había sido "planeado" a las apuradas.
El genin había preparado el viaje de un día para el otro, preparo su mochila de cuero negro para unos tres o cuatro días. Luego del viaje desde la aldea hasta ese lugar, el cual le llevo algo más de tiempo en encontrar ya que había tomado el camino equivocado. Pero finalmente llego al pueblo gracias una pareja de ancianos que se dirigían en una carreta tirada por bueyes hacia este lugar, la pareja ayudaron amablemente al genin a llegar a Kemonomura.
—Les agradezco mucho haberme traído hasta aquí, la verdad no se que hubiera pasado si no me hubieran ayudado— Dijo Mitsuo a la pareja mientras se baja de la carreta en el arco de la entrada al pueblo.
—No hay problema querido, eres igual a mi hijo cuando tenia tu edad, a el le gustaba explorar mucho y también solía perderse... bueno tenemos que continuar si queremos llegar al siguiente pueblo hoy así que cuidate— Dijo la anciana mientras se ponía en marcha nuevamente a lo que el genin hizo una reverencia para agradecerles.
Ya era tarde, el sol estaba por empezar a retirarse a lo que el genin decidió posponer la cacería para mañana, en ese momento solo quería comer y descansar pero antes debía de encontrar El cubil de ardillas. Esta era una posada que le había recomendado su padre para el viaje del genin ya que es un muy buen lugar a un muy buen precio lo cual convenció a Mitsuo de pasar la noche en el lugar.
Encontrar el lugar era más fácil decirlo que hacer ya que hacerlo ya que la ciudad estaba bastante movida con el turismo, con un montón de puestos de los cuales de ellos los que llamaban la atención del shinobi eran los de herramientas a los cuales les echaba una ojeada para ver si encontraba algo interesante. El cansancio y el frio jugaban a favor para que el Senju encontrara la posada pronto.
Sin darse cuenta ya se encontraba en la periferia del pueblo y se tomo con el lugar que buscaba. Mitsuo no lo pensó mucho y se adentro dentro del local, en cuanto lo hizo un olor a curry hizo que le diera más hambre del que tenía, el Senju se registro en la posada mostrando su bandana ya que tenia entendido que era un lugar para shinobis.
—Gracias— Agarro las llaves de su habitación y se dirijo derecho hacia el comedor mientras admiraba el lugar, eligió una mesa para dos que se encontraba casi en el medio de la habitación, antes de comer decidió colocar su mochila al lado de la silla, sentarse para descansar y pensar que haría mañana mientras se quedaba mirando a los cocineros ya que todo esto del viaje había sido "planeado" a las apuradas.