26/11/2018, 23:21
Juro escuchó. Escuchó las palabras de su Kage, y a pesar del tono condescendiente con el que le trataba, Juro no pudo evitar sonreír ante las palabras.
—Mantendremos una buena relación con Uzushiogakure. Y mantendremos una buena relación con Amegakure. Las rencillas entre esas dos aldeas no me interesan lo más mínimo. Yo, como Morikage, me debo a mi villa y la protegeré de cualquier amenaza que caiga sobre nosotros. Pero no nos conviene aliarnos con una aldea para enfrentarnos a la otra. No, Juro-kun, así, no.
Luego, habló acerca de cómo realmente, a él no le incumbía para nada tomar esas decisiones. Juro quiso protestar, después de todo, no había ido ahí para venderle la moto: simplemente le estaba contando los hechos.
« Pero al principio, tú también pensaste que Uchiha Datsue tenía razón. Te mereces esta charla » — pensó, para sí mismo.
— Gracias, Morikage-sama. Creo que necesitaba escuchar un poco de sentido común, aunque solo fuera para despejar cualquier sombra que haya podido tener — murmuró Juro, manteniendo la misma sonrisa —. Lo que dice es cierto. Admito que al principio me vi influenciado por sus palabras, pero usted tiene razón, y creo haber llegado a la misma conclusión. Aunque no se tanto de política, sé que hacer un pacto con una aldea contra otra no es una buena forma de mantener un estado pacífico.
» Puedo jurarle que mi único deseo es una relación estable entre las tres aldeas. No quiero enfrentamientos ni peleas innecesarias — explicó —. La razón por la que le he contado esto no es para convencerle. Simplemente, quería informarle de lo que había pasado. Como le he dicho, esto no es el problema.
Juro suspiró. Ahora era su turno. Se permitió tomar el té y beber un pequeño sorbo. Frunció el ceño. Aún estaba caliente.
— La verdad es que ahora mismo, creo que hasta Uchiha Datsue sabe que es tiempo de que las tres aldeas estén unidas. Después de lo que hemos visto... — Juro suspiró, y luego, clavó sus ojos en el Morikage —. Verá, Morikage-sama. Poco después de lo que le he contado, pasó algo que lo cambió todo. Me encontraba con el mencionado Uchiha Datsue en el Bosque de los Hongos, en el País del Bosque. Logicamente, cuando tuve el encontronazo con él ya estaba a la vuelta de mi viaje. Entonces, nos topamos con Aotsuki Ayame. O al menos, la que creíamos Aotsuki Ayame, puesto que tenía su cuerpo.
—Mantendremos una buena relación con Uzushiogakure. Y mantendremos una buena relación con Amegakure. Las rencillas entre esas dos aldeas no me interesan lo más mínimo. Yo, como Morikage, me debo a mi villa y la protegeré de cualquier amenaza que caiga sobre nosotros. Pero no nos conviene aliarnos con una aldea para enfrentarnos a la otra. No, Juro-kun, así, no.
Luego, habló acerca de cómo realmente, a él no le incumbía para nada tomar esas decisiones. Juro quiso protestar, después de todo, no había ido ahí para venderle la moto: simplemente le estaba contando los hechos.
« Pero al principio, tú también pensaste que Uchiha Datsue tenía razón. Te mereces esta charla » — pensó, para sí mismo.
— Gracias, Morikage-sama. Creo que necesitaba escuchar un poco de sentido común, aunque solo fuera para despejar cualquier sombra que haya podido tener — murmuró Juro, manteniendo la misma sonrisa —. Lo que dice es cierto. Admito que al principio me vi influenciado por sus palabras, pero usted tiene razón, y creo haber llegado a la misma conclusión. Aunque no se tanto de política, sé que hacer un pacto con una aldea contra otra no es una buena forma de mantener un estado pacífico.
» Puedo jurarle que mi único deseo es una relación estable entre las tres aldeas. No quiero enfrentamientos ni peleas innecesarias — explicó —. La razón por la que le he contado esto no es para convencerle. Simplemente, quería informarle de lo que había pasado. Como le he dicho, esto no es el problema.
Juro suspiró. Ahora era su turno. Se permitió tomar el té y beber un pequeño sorbo. Frunció el ceño. Aún estaba caliente.
— La verdad es que ahora mismo, creo que hasta Uchiha Datsue sabe que es tiempo de que las tres aldeas estén unidas. Después de lo que hemos visto... — Juro suspiró, y luego, clavó sus ojos en el Morikage —. Verá, Morikage-sama. Poco después de lo que le he contado, pasó algo que lo cambió todo. Me encontraba con el mencionado Uchiha Datsue en el Bosque de los Hongos, en el País del Bosque. Logicamente, cuando tuve el encontronazo con él ya estaba a la vuelta de mi viaje. Entonces, nos topamos con Aotsuki Ayame. O al menos, la que creíamos Aotsuki Ayame, puesto que tenía su cuerpo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60