27/11/2018, 14:09
Juro pareció sentirse aliviado ante las palabras del Morikage. Aunque lo que de verdad le preocupaba al líder de la Hierba era que su Jōnin se hubiese dejado influenciar tan fácilmente por un shinobi de otra aldea. Y la fama de buscaproblemas de Uchiha Datsue ya trascendía casi todas las barreras, pero parecía que aquel Uzujin además contaba con una lengua viperina, una lengua emponzoñada capaz de calar muy hondo en los oídos de sus víctimas. Una habilidad que, hasta el momento, Kenzou sólo había visto en sí mismo. Y eso era peligroso. Muy peligroso.
El hombre volvió a sentarse frente a Juro y tomó su taza de té con ambas manos.
—Oh, vaya, se ha quedado frío —comentó, aunque la taza seguía tan humeante como hacía apenas unos minutos—. Espero que esto sirva de lección para futuras ocasiones, Juro-kun. ¡Quién sabe si no podrías ser tú quien terminara con un sombrero de Morikage sobre sus hombros! No puedes dejarte mangonear así como así, debes ser tú quien lleve las riendas.
Sin embargo, el quid de la cuestión no estaba ahí ni mucho menos. Aún había más sorpresas bajo la manga del marionetista.
Y el telón se abría en el Bosque de Hongos, donde Juro y Datsue se habían encontrado con Aotsuki Ayame, precisamente, la misma Jinchūriki de Amegakure que había perdido el control durante el examen de chunin en Uzushiogakure. O, más bien...
—¿Cómo que os encontrasteis con alguien que tenía el cuerpo de Aotsuki Ayame? —preguntó el Morikage, sumamente extrañado—. Explícate, muchacho.
El asunto se estaba poniendo cada vez más y más turbio...
El hombre volvió a sentarse frente a Juro y tomó su taza de té con ambas manos.
—Oh, vaya, se ha quedado frío —comentó, aunque la taza seguía tan humeante como hacía apenas unos minutos—. Espero que esto sirva de lección para futuras ocasiones, Juro-kun. ¡Quién sabe si no podrías ser tú quien terminara con un sombrero de Morikage sobre sus hombros! No puedes dejarte mangonear así como así, debes ser tú quien lleve las riendas.
Sin embargo, el quid de la cuestión no estaba ahí ni mucho menos. Aún había más sorpresas bajo la manga del marionetista.
Y el telón se abría en el Bosque de Hongos, donde Juro y Datsue se habían encontrado con Aotsuki Ayame, precisamente, la misma Jinchūriki de Amegakure que había perdido el control durante el examen de chunin en Uzushiogakure. O, más bien...
—¿Cómo que os encontrasteis con alguien que tenía el cuerpo de Aotsuki Ayame? —preguntó el Morikage, sumamente extrañado—. Explícate, muchacho.
El asunto se estaba poniendo cada vez más y más turbio...