29/11/2018, 00:18
Juro se ruborizó ante la idea de tener él el sombrero del Kage.
« Qué tonteria. Aún no estoy preparado » — Claro que la idea le tentaba, pero... ¿Él, Morikage? Nunca había soñado con plantearse algo así. Él no tenía esas aspiraciones tan altas. No se consideraba un ninja poderoso, y desde luego, no creía poder ser el ninja más poderoso de la aldea.
Caso aparte, no había tiempo para discutir esas cosas.
—¿Cómo que os encontrasteis con alguien que tenía el cuerpo de Aotsuki Ayame? Explícate, muchacho.
— Bueno, aquí la historia se tuerce. Morikage-sama, espero que tenga confianza en mí, porque lo que le voy a contar es... de locos — Juro suspiró, y tomó otra taza de té. Entonces, habló —. Aotsuki Ayame estaba ahí, delante nuestro. Pero era... diferente. Su pelo estaba totalmente blanco, practicamente canoso. Bajo sus ojos, había un color rojizo carmesi que no tenía antes. Claro, usted dirá, la chica podría haberse disfrazado para pasar desapercibida tras el torneo, y podría tener razón.
» Pero no solo era su pelo o sus ojos. Había... algo diferente — murmuró Juro —. No caminaba como la chica que había aparecido en el torneo, ni nos miraba como tal. Sus ojos... eran como los de una bestia. Y su voz... No era la de Aotsuki Ayame. Creeame, Kenzou-sama. Era su cuerpo, pero no era ella.
Juro hizo una pausa, y se mordió el labio. Venga, la parte importante. ¿Cómo le contaba esto?
— Era su bijuu. El cinco colas. El Gobi. Él era quién estaba controlando su cuerpo, aparentemente humano — Ya lo había dicho —. Y antes de que diga nada, no, no era un henge, ni parecía ninguna clase de jutsu. Era su cuerpo, tangible. No, tampoco estaba fingiendo. Uchiha Datsue utilizó una técnica sobre ella... desconozco en qué consistía, básicamente, pero sus ojos se volvieron rojos y la observó. Y acabó cayéndose de culo y chillando como una niña al ver lo que quiera que vio en "Ayame".
« Qué tonteria. Aún no estoy preparado » — Claro que la idea le tentaba, pero... ¿Él, Morikage? Nunca había soñado con plantearse algo así. Él no tenía esas aspiraciones tan altas. No se consideraba un ninja poderoso, y desde luego, no creía poder ser el ninja más poderoso de la aldea.
Caso aparte, no había tiempo para discutir esas cosas.
—¿Cómo que os encontrasteis con alguien que tenía el cuerpo de Aotsuki Ayame? Explícate, muchacho.
— Bueno, aquí la historia se tuerce. Morikage-sama, espero que tenga confianza en mí, porque lo que le voy a contar es... de locos — Juro suspiró, y tomó otra taza de té. Entonces, habló —. Aotsuki Ayame estaba ahí, delante nuestro. Pero era... diferente. Su pelo estaba totalmente blanco, practicamente canoso. Bajo sus ojos, había un color rojizo carmesi que no tenía antes. Claro, usted dirá, la chica podría haberse disfrazado para pasar desapercibida tras el torneo, y podría tener razón.
» Pero no solo era su pelo o sus ojos. Había... algo diferente — murmuró Juro —. No caminaba como la chica que había aparecido en el torneo, ni nos miraba como tal. Sus ojos... eran como los de una bestia. Y su voz... No era la de Aotsuki Ayame. Creeame, Kenzou-sama. Era su cuerpo, pero no era ella.
Juro hizo una pausa, y se mordió el labio. Venga, la parte importante. ¿Cómo le contaba esto?
— Era su bijuu. El cinco colas. El Gobi. Él era quién estaba controlando su cuerpo, aparentemente humano — Ya lo había dicho —. Y antes de que diga nada, no, no era un henge, ni parecía ninguna clase de jutsu. Era su cuerpo, tangible. No, tampoco estaba fingiendo. Uchiha Datsue utilizó una técnica sobre ella... desconozco en qué consistía, básicamente, pero sus ojos se volvieron rojos y la observó. Y acabó cayéndose de culo y chillando como una niña al ver lo que quiera que vio en "Ayame".
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60