30/11/2018, 00:27
(Última modificación: 30/11/2018, 00:28 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
La muchacha, finalmente comprendió el malestar del joven Yotsuki tras sincerarse en su actuar, aunque la respuesta le resultó una hiel que le amargaba bastante la boca. "¿Vas a dejar que esto termine así, lobo? ¿De verdad?" Quería apretar los puños, quería friccionar la dentadura hasta que sus dientes rechinarán, quería llorar como un bebé. Pero nada de eso ocurrió, porque tenía que tragarse el hecho de que él no era un niño inocente que iba a andar jugando con toda aquella persona que le cayera bien. Irónico, nunca llegó a pensar que su temple le terminara jugando en contra. Era la primera vez que se sentía en conflicto con las responsabilidades de un ninja. ¿Que pasaría si se hubiesen conocido en una época distinta? Probablemente hubiese tenido un resultado totalmente distinto. "¿Te importa?" El autoconvencimiento no estaba funcionando esta vez.
No era lo que esperaba escuchar por parte de la uzujin, quizás lo que realmente deseaba al hablar de esa forma es que la morena le diese algo de consuelo, que le diera una salida a aquella encrucijada, pero lamentablemente el peso de las circunstancias no brindaba posibles alternativas a su situación pese a que ellos en un inicio no deberían estar cargando con ello, pero de todas formas tenían símbolos distintos tallados en sus placas. "Ya, me vale verga... Si nadie se entera entonces nunca pasó." Suspiró y sonrío nuevamente.
—¡E-espera!— Alzó la mano, pero sin moverse de su lugar. —Prometo que no voy a olvidarte, prométeme que tu tampoco lo harás, ¿te parece?— Se cruzó de brazos, con una media sonrisa en cara. —Algún día va a ser diferente, ¡y ese día ajustaremos nuestro reto pendiente!— Aún debía demostrarle de lo que realmente era capaz, pues no podía dejarle vivir con el gusto.
Se dio la vuelta mientras se ajustaba su equipaje, dispuesto a largarse de ahí. Tal vez escucharía algunas palabras de la morena antes de irse, pero no iba mirar atrás.
—No es un adiós, es un hasta pronto...
Y con esas últimas palabras, el muchacho emprendió carrera, saltando escalones abajo hasta que desapareciera del alcance de la vista de aquella chica. Pese al abrupto final de su encuentro, al menos quería llevarse un buen recuerdo de esos momentos alegres.
No era lo que esperaba escuchar por parte de la uzujin, quizás lo que realmente deseaba al hablar de esa forma es que la morena le diese algo de consuelo, que le diera una salida a aquella encrucijada, pero lamentablemente el peso de las circunstancias no brindaba posibles alternativas a su situación pese a que ellos en un inicio no deberían estar cargando con ello, pero de todas formas tenían símbolos distintos tallados en sus placas. "Ya, me vale verga... Si nadie se entera entonces nunca pasó." Suspiró y sonrío nuevamente.
—¡E-espera!— Alzó la mano, pero sin moverse de su lugar. —Prometo que no voy a olvidarte, prométeme que tu tampoco lo harás, ¿te parece?— Se cruzó de brazos, con una media sonrisa en cara. —Algún día va a ser diferente, ¡y ese día ajustaremos nuestro reto pendiente!— Aún debía demostrarle de lo que realmente era capaz, pues no podía dejarle vivir con el gusto.
Se dio la vuelta mientras se ajustaba su equipaje, dispuesto a largarse de ahí. Tal vez escucharía algunas palabras de la morena antes de irse, pero no iba mirar atrás.
—No es un adiós, es un hasta pronto...
Y con esas últimas palabras, el muchacho emprendió carrera, saltando escalones abajo hasta que desapareciera del alcance de la vista de aquella chica. Pese al abrupto final de su encuentro, al menos quería llevarse un buen recuerdo de esos momentos alegres.