12/12/2018, 20:03
Si tenía que ser sincero, Kenzou había esperado una reacción muy diferente por parte de Juro. Sabía que el muchacho era bastante maduro para la edad que tenía, ya lo había demostrado deteniendo a todos sus compañeros en la caótica batalla campal que se había formado en el Estadio de Uzushiogakure durante el Examen de Chunin, pero no dejaba de ser un ser humano. Y adolescente, para más inri. Le acababa de quitar una buena parte de su libertad, pero en lugar de enfadarse, encabritarse o patalear, el muchacho lo aceptó sin más. Lo comprendió incluso.
—Hicimos bien en ascenderte a Jōnin, Juro. Desde luego que tienes la mentalidad de uno —asintió el Morikage, felicitándole—. Conocemos demasiado poco acerca de esos supuestos Generales como para permitirnos el lujo de arriesgarnos a que puedan llegar a capturarte y liberen al Nanabi. Ya tenemos bastante con un Bijū suelto... Bueno, dos.
Fue entonces el turno de Juro de preguntar. Y fue una pregunta interesante, cabía decir. Kenzou volvía a sonreír como antes, y se masajeó la perilla con una mano:
—¿Qué clase de líder sería si dejara que los shinobi de otras aldeas conocieran tu identidad, pero no tus propios compatriotas? Sí. Me temo que deberemos informar al resto de Kusagakure. Por tu bien y por el nuestro.
—Hicimos bien en ascenderte a Jōnin, Juro. Desde luego que tienes la mentalidad de uno —asintió el Morikage, felicitándole—. Conocemos demasiado poco acerca de esos supuestos Generales como para permitirnos el lujo de arriesgarnos a que puedan llegar a capturarte y liberen al Nanabi. Ya tenemos bastante con un Bijū suelto... Bueno, dos.
Fue entonces el turno de Juro de preguntar. Y fue una pregunta interesante, cabía decir. Kenzou volvía a sonreír como antes, y se masajeó la perilla con una mano:
—¿Qué clase de líder sería si dejara que los shinobi de otras aldeas conocieran tu identidad, pero no tus propios compatriotas? Sí. Me temo que deberemos informar al resto de Kusagakure. Por tu bien y por el nuestro.