7/01/2019, 04:14
(Última modificación: 7/01/2019, 18:22 por King Roga. Editado 2 veces en total.)
Para su suerte -o desgracia, según el punto de vista- Rōga aún era desconocedor del mundo. Muchos de sus recientes viajes de entrenamiento no habían sido sino para aprender de su entorno. Razón por la cuál, no sólo era ignorante del exterior, sino de también de muchas cosas que se cocían dentro de su propia aldea. Incluso sobre los grandes incidentes internacionales, terminó enterándose por alguien ajeno a su propia villa. Sin embargo, eso no quería decir que fuera un estúpido ni mucho menos.
Si hubiese sido otro transeúnte normal, fácilmente hubiese pasado de largo tras saludar con una mano. El problema es que lo que acababa de toparse enfrente era todo menos normal, a menos que en algún lugar sea frecuente tener piel azul y nadie le hubiese contado al respecto. "¿Pero qué mierda?" Se frenó en seco, atónito y parpadenado a duras penas, incluso dejando de mascar la goma que tenía en la boca. La extraña criatura, le miraba.
"Es, un, ¿hombre pez?" Y lo peor del asunto, es que ni siquiera había un lago o río cerca. Era un puto hombre pez en medio de un puto bosque.
—¿Qué demonios...?— No estaba asustado, pero claramente estaba anonadado por lo que tenía enfrente. Que conste, que el Yotsuki raramente se deja impresionar, pero ante los hechos no sabía exactamente que decir o preguntar. "Díganme que los aldeanos envenenaron la comida, por favor..." Su cerebro trataba de maquinar una razón lógica para ello, incrédula ante lo que los ojos le mostraban.
Aún así, la curiosidad afloró en él. "Ni siquiera puedo decir que es un monstruo como tal, ¡está vestido y todo!" ¿Qué rayos iba a hacer en esa situación? Que el de piel azul no dijera ni pío no ayudaba en lo más mínimo, simplemente se había parado enfrente de él sin hacer nada.
—¿Ho...la? Supongo...
Si hubiese sido otro transeúnte normal, fácilmente hubiese pasado de largo tras saludar con una mano. El problema es que lo que acababa de toparse enfrente era todo menos normal, a menos que en algún lugar sea frecuente tener piel azul y nadie le hubiese contado al respecto. "¿Pero qué mierda?" Se frenó en seco, atónito y parpadenado a duras penas, incluso dejando de mascar la goma que tenía en la boca. La extraña criatura, le miraba.
"Es, un, ¿hombre pez?" Y lo peor del asunto, es que ni siquiera había un lago o río cerca. Era un puto hombre pez en medio de un puto bosque.
—¿Qué demonios...?— No estaba asustado, pero claramente estaba anonadado por lo que tenía enfrente. Que conste, que el Yotsuki raramente se deja impresionar, pero ante los hechos no sabía exactamente que decir o preguntar. "Díganme que los aldeanos envenenaron la comida, por favor..." Su cerebro trataba de maquinar una razón lógica para ello, incrédula ante lo que los ojos le mostraban.
Aún así, la curiosidad afloró en él. "Ni siquiera puedo decir que es un monstruo como tal, ¡está vestido y todo!" ¿Qué rayos iba a hacer en esa situación? Que el de piel azul no dijera ni pío no ayudaba en lo más mínimo, simplemente se había parado enfrente de él sin hacer nada.
—¿Ho...la? Supongo...