13/01/2019, 19:32
—Oh cierto, tienes razón— Se regresó para limpiarse los zapatos con el tapete de la entrada.
—Aquí hay dos trapos para que se sequen un poco— Se los extendió a ambos.
Los genin hicieron lo propio y luego fueron a sentarse, mientras el ama de casa empezaba a servir el caldo y la guarnición a cada uno, para luego traer un pichel de refresco y algunas tortillas de maíz.
—Gracias por la comida— Dijo el anciano.
Cuando todos estuvieran sentados la cena empezaría. Rōga y Higeki iban a lo suyo, uno enfocándose sólo en la comida y el otro luciendo algo apenado, tomando de la sopa con parsimonia.
—¡Niño come sin pena!— Río el padre de la familia.
Sería una cena tranquila, Uruku y Hirashi probablemente no iban a volver a hablar, al menos no enfrente donde los genin pudieran escucharlos, por lo que todos pasarían el resto de la noche en silencio.
—¡Provecho!— Dijo el Yotsuki al ser el primero en terminarse su plato, pues lo había devorado a una gran velocidad. —¿Dónde dejo los platos?
—En el lavabo está bien. Warakko, ¿luego me ayudarás un poco con los trastes?
—¡Warakko ayudará en lo que pueda!— Dijo entusiasmada, aunque le faltaba bastante por terminar.