16/01/2019, 02:47
—No te deberías esforzar de más— Comentó el Yotsuki a su capitán temporal para luego limpiarse los labios con una servilleta. —Aún nos queda mucho tiempo de viaje, seguramente el día de mañana será igual de largo que hoy. Tendremos bastaaaaante en que trabajar cuando lleguemos a Fukui— Se puso en pie y colocó las manos en la cintura, aunque su gesto no era agresivo del todo.
—Cada quién que haga lo que le plazca...— Interrumpió gruñón Hirashi, para luego seguir con su sopa.
—Cómo sea— Rodó los ojos. —Que no digan que yo no lo intenté, ¿eh, Higeki?— Se inclinó a donde estaba el pelinegro y le dio algunas palmadas en la espalda, aunque ante lo repentino del gesto sólo pudo toser un poco al atragantarse, para que al recuperarse asintiera tímidamente con la cabeza.
»Iré a darme una ducha antes de dormir, que en serio lo necesito, ¡los veo arriba!
Tomó sus platos y los fue a dejar al lugar donde le indicaron, para luego ir a toda velocidad con rumbo a las escaleras.
—Estos niños de ahora que no pueden tomarse las cosas con calma— Negó con la cabeza.
—¡Ja! A tu edad y resultaste más quejumbroso que yo.
La mujer río levemente, cubriéndose la boca con los dedos en vertical, para luego dirigir su mirada a los dos genin restantes.
—Coman sin prisas, además puedo repartirles una segunda ronda si así lo desean, queda bastante caldo aún en la olla—. Añadió con una sonrisa.
—Cada quién que haga lo que le plazca...— Interrumpió gruñón Hirashi, para luego seguir con su sopa.
—Cómo sea— Rodó los ojos. —Que no digan que yo no lo intenté, ¿eh, Higeki?— Se inclinó a donde estaba el pelinegro y le dio algunas palmadas en la espalda, aunque ante lo repentino del gesto sólo pudo toser un poco al atragantarse, para que al recuperarse asintiera tímidamente con la cabeza.
»Iré a darme una ducha antes de dormir, que en serio lo necesito, ¡los veo arriba!
Tomó sus platos y los fue a dejar al lugar donde le indicaron, para luego ir a toda velocidad con rumbo a las escaleras.
—Estos niños de ahora que no pueden tomarse las cosas con calma— Negó con la cabeza.
—¡Ja! A tu edad y resultaste más quejumbroso que yo.
La mujer río levemente, cubriéndose la boca con los dedos en vertical, para luego dirigir su mirada a los dos genin restantes.
—Coman sin prisas, además puedo repartirles una segunda ronda si así lo desean, queda bastante caldo aún en la olla—. Añadió con una sonrisa.