23/01/2019, 20:30
(Última modificación: 23/01/2019, 20:32 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Para cuando Karamaru subiese por la escaleras, debería atravesar un pasillo largo antes de llegar a la habitación de huespedes que les había sido destinada. La puerta estaba levemente entreabierta, pero antes de entrar escucharía nuevamente a Higeki toser Una vez se introdujera en el cuarto, lo primero que vería sería al Hyūga acostado en la litera de abajo, mientras el Yotsuki posaba su mano en la frente del joven.
—Ah, viniste—. Voltearía a ver el peliazul. —Higeki tiene fiebre. No sé que le ha dado, pero parece algún virus por lo visto—. dedujo aquello debido a que en Amegakure raramente alguien terminaba enfermándose por las condiciones atmosféricas, así que un factor externo sería lo más lógico a sospechar. —Yo sugeriría algo pero, well, el que toma las decisiones eres tú. ¿Que haremos al respecto?— Se alejó del muchacho enfermo y dirigió su mirada al calvo.
"No podemos mandarlo de regreso a la aldea solo, ni mucho menos dejarlo aquí. A lo sumo, que nos acompañe y ya en Fukui que lo atienda un médico del pueblo." Ese era su pensamiento, pero la última palabra, para su suerte, era la de Karamaru.
—Ah, viniste—. Voltearía a ver el peliazul. —Higeki tiene fiebre. No sé que le ha dado, pero parece algún virus por lo visto—. dedujo aquello debido a que en Amegakure raramente alguien terminaba enfermándose por las condiciones atmosféricas, así que un factor externo sería lo más lógico a sospechar. —Yo sugeriría algo pero, well, el que toma las decisiones eres tú. ¿Que haremos al respecto?— Se alejó del muchacho enfermo y dirigió su mirada al calvo.
"No podemos mandarlo de regreso a la aldea solo, ni mucho menos dejarlo aquí. A lo sumo, que nos acompañe y ya en Fukui que lo atienda un médico del pueblo." Ese era su pensamiento, pero la última palabra, para su suerte, era la de Karamaru.