12/10/2015, 21:51
Efectivamente, no todo era blanco o negro. La peliazul empezó a explicar lo que había tratado de explicar anteriormente, esta vez sin escatimar en detalles pero solo saqué una cosa en claro: Los médicos a diferencia de otros muchos ninjas, tenían un preciso control de su chakra que eran capaces de traducir en los quirófanos o bien con una patada como la de antes, aplicando una buena parte de su chakra para liberarla en el momento justo para propinar un buen golpe a quien se interpusiese ante ellos.
Pero algo se iba torciendo. Sin saber exactamente por qué, la kunoichi fue perdiendo los nervios y la vena de su frente volvió a hincharse ¡Parecía que iba a reventar! Pero no lo hizo y simplemente liberó aquel estado de nervios por la boca en forma de amenazas. Negué con brazos y cabeza, lo último que me apetecía era volver a probar su medicina.
-No, no, no creo que sea necesario. Creo que lo he comprendido. Es interesante lo que sois capaces de hacer, yo no sería capaz..-
Mientras hablaba se fue calmando hasta el punto de que pidió perdón por perder la compostura.
-Vale, vale, no te preocupes, simplemente guárdate tus golpes para nuestros enemigos ¿Vale?- le dije guiñándole el ojo diestro.
Me levanté en cuanto indicó que era momento para que la muchacha volviese a casa, lo cierto es que había sido un día intenso y duro por lo que nos habíamos ganado un buen descanso. Quién sabe cuando Toyo iba a reclamar nuestra presencia de nuevo, quizás lo haría aquella misma noche o en el día de mañana cuando el sol nos despertase, así que debíamos ir a casa a descansar y reponer fuerzas, sobre todo yo que me había llevado la peor parte.
-Esta bien.. Yo me quedaré un rato por aquí. Quiero pasear u8n poco antes de volver a casa. No necesitas que te lleve a casa, ¿No? Estoy convencido de que sabrás defenderte si te ataca algún listillo...-
Acaricie mi nuca con la mano zurda a media que le contesté y agité mis piernas para librarme del polvo que se había depositado mientras estaba sentado en el suelo.
Pero algo se iba torciendo. Sin saber exactamente por qué, la kunoichi fue perdiendo los nervios y la vena de su frente volvió a hincharse ¡Parecía que iba a reventar! Pero no lo hizo y simplemente liberó aquel estado de nervios por la boca en forma de amenazas. Negué con brazos y cabeza, lo último que me apetecía era volver a probar su medicina.
-No, no, no creo que sea necesario. Creo que lo he comprendido. Es interesante lo que sois capaces de hacer, yo no sería capaz..-
Mientras hablaba se fue calmando hasta el punto de que pidió perdón por perder la compostura.
-Vale, vale, no te preocupes, simplemente guárdate tus golpes para nuestros enemigos ¿Vale?- le dije guiñándole el ojo diestro.
Me levanté en cuanto indicó que era momento para que la muchacha volviese a casa, lo cierto es que había sido un día intenso y duro por lo que nos habíamos ganado un buen descanso. Quién sabe cuando Toyo iba a reclamar nuestra presencia de nuevo, quizás lo haría aquella misma noche o en el día de mañana cuando el sol nos despertase, así que debíamos ir a casa a descansar y reponer fuerzas, sobre todo yo que me había llevado la peor parte.
-Esta bien.. Yo me quedaré un rato por aquí. Quiero pasear u8n poco antes de volver a casa. No necesitas que te lleve a casa, ¿No? Estoy convencido de que sabrás defenderte si te ataca algún listillo...-
Acaricie mi nuca con la mano zurda a media que le contesté y agité mis piernas para librarme del polvo que se había depositado mientras estaba sentado en el suelo.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa