28/01/2019, 21:06
Ahora sí, todo bien, problemas de nombres aparte todo podía comenzar, solo un mal comienzo, solo un desliz y hacia adelante. Solo quedaba dar aquel suspiro de tranquilidad para limpiar los nervios y que le dijeran de una vez por todas el motivo de su citación. O al menos eso deseaba el monje.
No podía decir bien el cómo, aunque suponía que la Arashikage tenía algo que ver, pero de un instante al otro se encontró a sí mismo con la cara bastante dolorida en el suelo. Él ponía toda su voluntad en hacer todo normal, como el resto de personas, pero parecía que no conocía otra forma de tratar con aquella mujer que no fuese haciéndola enojar.
— ¡Deja de joder la marrana!— el grito entró por sus oídos tan clara y fuertemente que a pesar del golpe Karamaru se movió por instinto para parar un golpe que por el momento no llegaría, aunque tampoco tuviese muchas chances de detenerlo.
— S-si...— susurró mientras apurado se ponía de rodillas frente a Yui, bajando la cabeza y apoyándola sobre sus manos en el piso— S-suplico p-perdón Arashikage-sama, fue un error, no se repetirá, Arashikage-sama.
Esa postura, el pedido de perdón, esa sensación de haberla cagado, todo ese conjunto era algo conocido por Karamaru, que había pasado varias veces disculpándose con su maestro tiempo atrás en el templo. Aunque no había dudas en que no se acercaba ni por asomo a la imponente e intimidante figura de Yui.
No podía decir bien el cómo, aunque suponía que la Arashikage tenía algo que ver, pero de un instante al otro se encontró a sí mismo con la cara bastante dolorida en el suelo. Él ponía toda su voluntad en hacer todo normal, como el resto de personas, pero parecía que no conocía otra forma de tratar con aquella mujer que no fuese haciéndola enojar.
— ¡Deja de joder la marrana!— el grito entró por sus oídos tan clara y fuertemente que a pesar del golpe Karamaru se movió por instinto para parar un golpe que por el momento no llegaría, aunque tampoco tuviese muchas chances de detenerlo.
— S-si...— susurró mientras apurado se ponía de rodillas frente a Yui, bajando la cabeza y apoyándola sobre sus manos en el piso— S-suplico p-perdón Arashikage-sama, fue un error, no se repetirá, Arashikage-sama.
Esa postura, el pedido de perdón, esa sensación de haberla cagado, todo ese conjunto era algo conocido por Karamaru, que había pasado varias veces disculpándose con su maestro tiempo atrás en el templo. Aunque no había dudas en que no se acercaba ni por asomo a la imponente e intimidante figura de Yui.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘