3/02/2019, 02:19
La orden estaba dada, y él debía obedecer. "Huh, cómo sea." No contestó, simplemente se quedó ahí acostado, mientras los minutos transcurrían. Al inicio el ardor no le dejaba dormir, obligándolo a estar de vigilia y usar las neuronas para reflexionar. "La puta madre, esto va a dejar marca." El sólo imaginar lo que debía estar debajo de los vendajes era tétrico. Su instinto de defensa le hizo poner los brazos al frente, comiéndose directo el daño de la explosión. "Al menos no fue la cara." Amenokami no quiera que su bello cutis resultase perjudicado.
Una hora, y buena parte de la cera derretida se escurría con lentitud. "No le puse un dedo encima, no le puse un dedo encima." No era rencoroso, para él era un sentimiento inútil, pero si algo formaba parte de su código, era ser justo. No iba a estar satisfecho hasta obtener su payback. Lo difícil era, asimilar la estrepitosa derrota. No era tan fácil pavonearse, con aquella mancha en el historial. Era más una cuestión de honor personal que le mortificaba a él y sólo a él. No deseaba compartir ese sentimiento con nadie más.
"Tú no eres así joder." Pero sentir en sus carnes lo que es casi morir, le afectaba.
No era miedo, no. Era vergüenza, era estar vivo. "Es irreal..." ¿Qué hubiera sido de él si Kurozuchi no pasara por ahí de casualidad? Un final, poco heroico, sí. Pero, la ultima página del libro, aún no se había escrito. "Aulla, aulla de nuevo, lobo." Dicen por ahí, que el animal herido, es el más peligroso.
El cansancio finalmente le arrastró al mundo de los sueños, aunque no durmió del todo bien. Para cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, estaba algo más relajado. No tenía toda la energía que deseaba y sentía jodidamente incómodas sus extremidades superiores, pero poco le importaba eso ya. "¿Dónde se supone que durmió él?" El jounin abandonó la cabaña la noche anterior, así que no le acompañó. "Cómo resulte que me dejó en esta posilga mientras él la pasaba en un lugar más cómodo me las va a pagar." Oh, la gratitud. No es que no la sintiera, pero los machos de acción no pueden perder estilo.
Hizo el esfuerzo para sentarse en el borde de la cama, buscando sus sandalias o algún otro calzado. También vio a los alrededores, en busca de ropa y sus preciados accesorios.
Una hora, y buena parte de la cera derretida se escurría con lentitud. "No le puse un dedo encima, no le puse un dedo encima." No era rencoroso, para él era un sentimiento inútil, pero si algo formaba parte de su código, era ser justo. No iba a estar satisfecho hasta obtener su payback. Lo difícil era, asimilar la estrepitosa derrota. No era tan fácil pavonearse, con aquella mancha en el historial. Era más una cuestión de honor personal que le mortificaba a él y sólo a él. No deseaba compartir ese sentimiento con nadie más.
"Tú no eres así joder." Pero sentir en sus carnes lo que es casi morir, le afectaba.
No era miedo, no. Era vergüenza, era estar vivo. "Es irreal..." ¿Qué hubiera sido de él si Kurozuchi no pasara por ahí de casualidad? Un final, poco heroico, sí. Pero, la ultima página del libro, aún no se había escrito. "Aulla, aulla de nuevo, lobo." Dicen por ahí, que el animal herido, es el más peligroso.
El cansancio finalmente le arrastró al mundo de los sueños, aunque no durmió del todo bien. Para cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, estaba algo más relajado. No tenía toda la energía que deseaba y sentía jodidamente incómodas sus extremidades superiores, pero poco le importaba eso ya. "¿Dónde se supone que durmió él?" El jounin abandonó la cabaña la noche anterior, así que no le acompañó. "Cómo resulte que me dejó en esta posilga mientras él la pasaba en un lugar más cómodo me las va a pagar." Oh, la gratitud. No es que no la sintiera, pero los machos de acción no pueden perder estilo.
Hizo el esfuerzo para sentarse en el borde de la cama, buscando sus sandalias o algún otro calzado. También vio a los alrededores, en busca de ropa y sus preciados accesorios.