3/02/2019, 18:53
(Última modificación: 3/02/2019, 20:47 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
La luz diurna se coló a través de las rendijas de madera raída. Roga había despertado con mucho menos dolor que el día anterior, y si se atrevía a echar un vistazo por debajo de alguna de las vendas, iba a notar que las quemaduras —cuya mayor extensión cubría la parte posterior de los brazos—. habían sanado bastante. Iba a tener la dicha de quedar apenas con una leve marca, gracias a los ungüentos medicinales del versado Kurozuchi.
Y lo cierto es que Roga aún tenía su ropa encima salvo los lentes, las botas y alguno que otro artilugio suyo. Todo acomodado en la mesa de al lado.
Y lo cierto es que Roga aún tenía su ropa encima salvo los lentes, las botas y alguno que otro artilugio suyo. Todo acomodado en la mesa de al lado.