3/02/2019, 23:41
—Gracias —soltó el genin. Kurozuchi torció el cogote y le miró serio, aunque condescendiente. No le había hecho falta conocer a profundidad a ese muchacho para entender que tenía el orgullo herido. Que se permitiera agradecer no era sino una respuesta atípica a su ser, y eso hablaba muy bien de él. Es de sabios ser agradecido dicen por ahí—. Y no quiero que me digas que era tu trabajo, hmph.
—No hay de qué, muchacho. Para eso estamos los jodidos jounin, ¿o no? —hizo un gesto con la mano para restarle importancia—. lo importante es que vas a volver a casa. Y qué coño, si yo fuera tú, estaría muy orgulloso de no palmarla con ese escualo con patas.
»Además, aunque haya sido un encuentro fortuito, ahora podremos sacarle provecho. Dijiste que te lo cruzaste cuando regresabas de un viaje de entrenamiento. ¿De dónde venías tú? ¿y él, hacia dónde iba?
—No hay de qué, muchacho. Para eso estamos los jodidos jounin, ¿o no? —hizo un gesto con la mano para restarle importancia—. lo importante es que vas a volver a casa. Y qué coño, si yo fuera tú, estaría muy orgulloso de no palmarla con ese escualo con patas.
»Además, aunque haya sido un encuentro fortuito, ahora podremos sacarle provecho. Dijiste que te lo cruzaste cuando regresabas de un viaje de entrenamiento. ¿De dónde venías tú? ¿y él, hacia dónde iba?