4/02/2019, 02:06
—Gracias.
El ninja se introdujo en la estancia como quien no quiere la cosa, observando aquí y allá el interior del hogar de Roga. Humilde, se respiraba un aire hogareño. Y por lo que le había dicho la mujer, parecía que Roga les había contado todo lo sucedido. Finalmente tomó asiento y cruzó una pierna, justo antes de la llegada del cachorro.
—Yo —contestó tras una sonrisa sarcástica—. sanas jodidamente rápido, muchacho. Eso es bueno, ¿no?
El ninja se introdujo en la estancia como quien no quiere la cosa, observando aquí y allá el interior del hogar de Roga. Humilde, se respiraba un aire hogareño. Y por lo que le había dicho la mujer, parecía que Roga les había contado todo lo sucedido. Finalmente tomó asiento y cruzó una pierna, justo antes de la llegada del cachorro.
—Yo —contestó tras una sonrisa sarcástica—. sanas jodidamente rápido, muchacho. Eso es bueno, ¿no?