4/02/2019, 05:40
(Última modificación: 4/02/2019, 06:31 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
Kurozuchi reparó en la foto familiar. En sus vestigios. En lo que la imagen transmitía y plasmaba, y a su vez, significaba. Él, que era un artista, lo entendía por sobre todas las cosas.
—Muy digno de su parte tomar la batuta de su nieto —respondió, con respeto—. ha hecho un buen trabajo hasta ahora. Sin embargo, sus limitaciones lamentablemente se convierten también en las tuyas. Hay cosas que un veterano retirado no puede continuar enseñándote. Por eso estoy yo aquí —advirtió, férreo—. estoy armando un equipo de genin y me falta un último integrante. Le recomendé a Yui-sama que tú ocuparas la última plaza y ha estado de acuerdo. Pero la decisión es tuya a fin y al cabo.
—Muy digno de su parte tomar la batuta de su nieto —respondió, con respeto—. ha hecho un buen trabajo hasta ahora. Sin embargo, sus limitaciones lamentablemente se convierten también en las tuyas. Hay cosas que un veterano retirado no puede continuar enseñándote. Por eso estoy yo aquí —advirtió, férreo—. estoy armando un equipo de genin y me falta un último integrante. Le recomendé a Yui-sama que tú ocuparas la última plaza y ha estado de acuerdo. Pero la decisión es tuya a fin y al cabo.