4/02/2019, 21:38
No pudo contener la emoción, y salió mucho antes de lo que debía. Si algo era cierto, es que nunca nadie podría tacharle de perezoso. Lucía una nueva muda de ropas sacadas de alguna extravagante tienda del distrito comercial, pero conservando el aire salvaje e imponente que a él le encantaba portar. "¿No pensaron que me quedaría con los trapos chamuscados o si?" Las gafas oscuras, cubriendo sus ojos. La gabardina, sirviendo más de decoración que de protección contra el clima. Sus pasos firmes y rítmicos, cómo si desfilase. Difícil pensar que hace casi una semana estuviera moribundo perdido en medio de la nada.
—Gomakashi kika nai usugi no kyokusen wa, kakushinhan no shinaya ka na STYLE! Taisuisei no kimochi ni kiri kawaru, shunkan no mabushi sa wa ika ga na mono...— No era la melancólica canción que solía repetir, sino una tonada alegre con la que coquetearías con alguna chica.
Llegó ante el imponente torreón, pero para él, aquella enorme cumbre de acero no era más que un escenario más donde podría lucirse. Es más, dichoso el edificio por contar con su presencia en aquel lugar. "¿Habré sido el primero en madrugar?" Se preguntó mientras cruzaba el portón de la entrada, sonriendo de oreja a oreja y ladeando la cabeza con el ritmo de la melodía que resonaba en su cabeza.
—Gomakashi kika nai usugi no kyokusen wa, kakushinhan no shinaya ka na STYLE! Taisuisei no kimochi ni kiri kawaru, shunkan no mabushi sa wa ika ga na mono...— No era la melancólica canción que solía repetir, sino una tonada alegre con la que coquetearías con alguna chica.
Llegó ante el imponente torreón, pero para él, aquella enorme cumbre de acero no era más que un escenario más donde podría lucirse. Es más, dichoso el edificio por contar con su presencia en aquel lugar. "¿Habré sido el primero en madrugar?" Se preguntó mientras cruzaba el portón de la entrada, sonriendo de oreja a oreja y ladeando la cabeza con el ritmo de la melodía que resonaba en su cabeza.