6/02/2019, 18:16
Inicialmente, ante mi advertencia, el albino había entrecerrado los ojos, dedicandome una mirada que por decirle de forma suave, no me la había hecho para entablar amistad. Eso hizo que me levantase y fuese dando pasitos de seguridad hacia atrás, alejándome temporalmente de ambos. Ayame, o el Gobi, o lo que fuera, se estaba mostrando confundida y la tensión se fue adueñando del lugar.
—¿Gob...? Ah, ya veo... las noticias se mueven realmente rápido en este mundo... aunque no lo suficientemente rápido
Me temblaban las piernas de puro terror. Incluso la frente se iba empapando de un desagradable sudor frío.
«Ahora es cuando me aniquilan con un simple chasquido de dedos»
Fui a morderme el dedo para solicitar ayuda a mi manera, pero entonces..
No soy Kokuō, Cota-san. Eso ya pasó, vuelvo a ser Ayame. He regresado a la normalidad —entonces señaló a su acompañante—. Él es mi hermano, Aotsuki Kōri, Jōnin de Amegakure.
— ¿Qué..?
¿Cómo que había vuelto a la normalidad? Es más, ¿Era eso posible? ¿Acaso Kurama no había puesto mecanismos de defensa para evitar tal cosa? Entonces vi la bandana en la bufanda del tipo, y otra en el antebrazo de la chica.
—¿Dónde te has dejado a tu araña?
En mi cabeza quería creer a la chica y, de hecho, tenían sentido sus explicaciones. así que quise creerla. Mi corazón deseaba creerla, incluso mi cabeza. Era mejor así, supongo.
— Esto... ¿Cómo lo hiciste? Según tenía entendido Kurama revirtió el sellado, un sellado muy potente, ¿fuiste capaz de romper ese fuinjutsu?
De ser así, aquella muchacha aparentemente inocente y frágil era más poderosa de lo que uno pudiese imaginar inicialmente.
—¿Gob...? Ah, ya veo... las noticias se mueven realmente rápido en este mundo... aunque no lo suficientemente rápido
Me temblaban las piernas de puro terror. Incluso la frente se iba empapando de un desagradable sudor frío.
«Ahora es cuando me aniquilan con un simple chasquido de dedos»
Fui a morderme el dedo para solicitar ayuda a mi manera, pero entonces..
No soy Kokuō, Cota-san. Eso ya pasó, vuelvo a ser Ayame. He regresado a la normalidad —entonces señaló a su acompañante—. Él es mi hermano, Aotsuki Kōri, Jōnin de Amegakure.
— ¿Qué..?
¿Cómo que había vuelto a la normalidad? Es más, ¿Era eso posible? ¿Acaso Kurama no había puesto mecanismos de defensa para evitar tal cosa? Entonces vi la bandana en la bufanda del tipo, y otra en el antebrazo de la chica.
—¿Dónde te has dejado a tu araña?
En mi cabeza quería creer a la chica y, de hecho, tenían sentido sus explicaciones. así que quise creerla. Mi corazón deseaba creerla, incluso mi cabeza. Era mejor así, supongo.
— Esto... ¿Cómo lo hiciste? Según tenía entendido Kurama revirtió el sellado, un sellado muy potente, ¿fuiste capaz de romper ese fuinjutsu?
De ser así, aquella muchacha aparentemente inocente y frágil era más poderosa de lo que uno pudiese imaginar inicialmente.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa