6/02/2019, 19:30
Afortunadamente, Cota pareció ir relajándose conforme Ayame hablaba, aunque seguía igual de confundido, pero no podía culparle de ello si lo último que había escuchado de ella era que había sido poseída por su Bijū. Sus ojos dorados vagaron una vez más de la figura de Kōri, que se mantenía como una estatua gélida e inamovible, a la suya y, tras unos breves instantes de vacilación, habló:
—Esto... ¿Cómo lo hiciste? Según tenía entendido Kurama revirtió el sellado, un sellado muy potente, ¿fuiste capaz de romper ese fuinjutsu?
Ayame bajó al fin las manos, al considerar que la situación de peligro y tensión había pasado, y le dirigió una mirada cargada de pesar.
—No, que va. Mucho me temo que soy una completa negada para las técnicas de sellado... Ni siquiera los expertos de Amegakure fueron capaces de encontrarle una solución —Ayame respiró hondo, alzando los hombros—. Supongo que te enterarías de que hace poco nuestros Kage se reunieron en el Valle de los Dojos para pactar una nueva Alianza y unirse contra la amenaza de los Generales. Bueno, Yui-sama se vio obligada a pedir ayuda a los sabios Uzumaki de Uzushiogakure. Es gracias a ellos que ahora estoy aquí.
—Esto... ¿Cómo lo hiciste? Según tenía entendido Kurama revirtió el sellado, un sellado muy potente, ¿fuiste capaz de romper ese fuinjutsu?
Ayame bajó al fin las manos, al considerar que la situación de peligro y tensión había pasado, y le dirigió una mirada cargada de pesar.
—No, que va. Mucho me temo que soy una completa negada para las técnicas de sellado... Ni siquiera los expertos de Amegakure fueron capaces de encontrarle una solución —Ayame respiró hondo, alzando los hombros—. Supongo que te enterarías de que hace poco nuestros Kage se reunieron en el Valle de los Dojos para pactar una nueva Alianza y unirse contra la amenaza de los Generales. Bueno, Yui-sama se vio obligada a pedir ayuda a los sabios Uzumaki de Uzushiogakure. Es gracias a ellos que ahora estoy aquí.