6/02/2019, 20:32
La muchacha también mantenía su postura, así que decidió no rebatirle más. "Bueno, si quiere agradarle así a los demás, pues allá ella." No es que fuera malo, pero si tú respetabas a los demás ellos también debían respetar tus deseos también. Luego de ello, la muchacha aseguró que la marca era algo natural y no algo de tinta, lo cuál sorprendió al Yotsuki unos instantes hasta que recordó que él mismo tenía esos pelos de colores colgándole de la cabeza. "Muchas cosas inverosímiles hay en esta vida."
A continuación se sintió víctima de un déjà vu cuando la pelinegra empezó a mostrar una actitud nerviosa ante su presencia, aunque no de forma tan acentuada como la kunoichi de Kusagakure que conoció en sus viajes.
—Pues no necesariamente a comer, ¡batirse a duelo también es genial!— carcajeó. —Lo importante es pasar un buen rato. Incluso ir de shopping o escuchar los chismes de algún borracho, cualquier cosa que se te ocurra para matar el rato es buena idea—. No le hacía el feo a casi nada, media vez pudiera entretenerse, pero sobre todo, compartir.
Y entonces, apretaron el botón rojo imaginario.
—Ni siquiera me has dicho tu nombre...
Su cuerpo se tensó, se ajustó las gafas por sobre los ojos lo más recto posible y tomó la punta de la chaqueta por el lado izquierdo, extendiéndola como sí la capa de un torero se tratase mientras dejaba que los dedos de su diestra se entrelazaran con sus cabellos.
—Yo soy, King Rōga~ Ladeó la cabeza para que alguna de las luces artificiales alumbraran su dentadura y hacerla brillar.
Más de algún curioso voltearía a verlo posar, pero eso no le molestaba. "¡Molesto es que no me den la atención que me merezco!" Se pararía de forma normal para escuchar a su interlocutora presentarse.
»¿Con quién tengo el gusto entonces?
A continuación se sintió víctima de un déjà vu cuando la pelinegra empezó a mostrar una actitud nerviosa ante su presencia, aunque no de forma tan acentuada como la kunoichi de Kusagakure que conoció en sus viajes.
—Pues no necesariamente a comer, ¡batirse a duelo también es genial!— carcajeó. —Lo importante es pasar un buen rato. Incluso ir de shopping o escuchar los chismes de algún borracho, cualquier cosa que se te ocurra para matar el rato es buena idea—. No le hacía el feo a casi nada, media vez pudiera entretenerse, pero sobre todo, compartir.
Y entonces, apretaron el botón rojo imaginario.
—Ni siquiera me has dicho tu nombre...
Su cuerpo se tensó, se ajustó las gafas por sobre los ojos lo más recto posible y tomó la punta de la chaqueta por el lado izquierdo, extendiéndola como sí la capa de un torero se tratase mientras dejaba que los dedos de su diestra se entrelazaran con sus cabellos.
—Yo soy, King Rōga~ Ladeó la cabeza para que alguna de las luces artificiales alumbraran su dentadura y hacerla brillar.
Más de algún curioso voltearía a verlo posar, pero eso no le molestaba. "¡Molesto es que no me den la atención que me merezco!" Se pararía de forma normal para escuchar a su interlocutora presentarse.
»¿Con quién tengo el gusto entonces?