9/02/2019, 19:14
—¡Voy!— se echó a andar para tratar de seguirle el paso.
Mientras saltaban entre los edificios, se puso a reflexionar sobre la chica. "Ella es, ¿normal?" En su cabeza había formado una imagen muy distinta sobre cómo era la Guardiana. Se esperaba algo cómo una heroína enmascarada ataviada con ropas de satín brillante, o como una ruda guerrera con cuero negro ceñido y tacones de plataforma. Y sin embargo, Ayame era tan común y corriente cómo cualquier otra kunoichi de las que ha conocido. "Supongo que cuando se trata de tener una identidad secreta es útil." Aunque todos sabemos que aquello se había vuelto información del dominio público desde hace mucho. "¡Poderme medir contra alguien cómo ella será genial!" La ansiedad que tenía por llegar al lugar indicado se incrementaba.
Cuando llegaron al lugar indicado no podía sino sonreír. Era como una pequeña arena al aire libre, sin las limitantes del torreón y con un terreno sólido a diferencia del lago.
—¿¡Cómo es que nadie me dijo que este sitio estaba aquí!?— giró sobre si mismo contemplando los alrededores. Siempre frecuentaba los mismos sitios, así que en su ignorancia probablemente nunca se dio cuenta de que estaba tan cerca. "Debo explorar los alrededores del distrito más seguido."
—¡Es perfecto!— caminó al centro también, quedando a unos tres metros de distancia de la pelinegra, correspondiendo la señal según las normas. —¡Yosha!— Inmediatamente pasó a su postura de combate propia. Manos abiertas con los dedos curvados, siendo la diestra la que estaba un poco adelante a al altura de su rostro mientras la zurda se hallaba retraída. La pierna izquierda estaba algo flexionada mientras la derecha estaba extendida e inclinada en diagonal, listo para iniciar una carrera en caso de ser necesario.
Vida
–
Chakra
–
Mientras saltaban entre los edificios, se puso a reflexionar sobre la chica. "Ella es, ¿normal?" En su cabeza había formado una imagen muy distinta sobre cómo era la Guardiana. Se esperaba algo cómo una heroína enmascarada ataviada con ropas de satín brillante, o como una ruda guerrera con cuero negro ceñido y tacones de plataforma. Y sin embargo, Ayame era tan común y corriente cómo cualquier otra kunoichi de las que ha conocido. "Supongo que cuando se trata de tener una identidad secreta es útil." Aunque todos sabemos que aquello se había vuelto información del dominio público desde hace mucho. "¡Poderme medir contra alguien cómo ella será genial!" La ansiedad que tenía por llegar al lugar indicado se incrementaba.
Cuando llegaron al lugar indicado no podía sino sonreír. Era como una pequeña arena al aire libre, sin las limitantes del torreón y con un terreno sólido a diferencia del lago.
—¿¡Cómo es que nadie me dijo que este sitio estaba aquí!?— giró sobre si mismo contemplando los alrededores. Siempre frecuentaba los mismos sitios, así que en su ignorancia probablemente nunca se dio cuenta de que estaba tan cerca. "Debo explorar los alrededores del distrito más seguido."
—¡Es perfecto!— caminó al centro también, quedando a unos tres metros de distancia de la pelinegra, correspondiendo la señal según las normas. —¡Yosha!— Inmediatamente pasó a su postura de combate propia. Manos abiertas con los dedos curvados, siendo la diestra la que estaba un poco adelante a al altura de su rostro mientras la zurda se hallaba retraída. La pierna izquierda estaba algo flexionada mientras la derecha estaba extendida e inclinada en diagonal, listo para iniciar una carrera en caso de ser necesario.
Estado de Rōga
Vida
150/150
Chakra
150/150