11/02/2019, 21:08
A Ayame no le pasó desapercibido el movimiento de manos de Roga: él también había tomado algo de su portaobjetos, pero parecía estar guardándoselo para luego. Eso era algo que habría de tener en cuenta en los siguientes momentos.
Pero por el momento tenía algo más importante de lo que preocuparse. Porque su oponente se había agachado para esquivar los shuriken y ahora se abalanzaba hacia ella deslizándose por el suelo enarbolando su pierna por delante y un extraño y melódico grito de guerra:
—¡Aaaaahhahhhhaaahhh!♪
Pero Ayame no perdió ni un instante. Saltó hacia atrás para ganar espacio, mientras sus manos se entrelazaban rápidamente en dos sellos. Un torrente de agua brotó de sus labios, directo al suelo para deslizarse por debajo de Roga como una serpiente. Aunque más que una serpiente, aquel líquido viscoso se asemejaba más a una babosa. Una babosa dispuesta a atrapar a Roga en mitad del deslizamiento y frenarle en seco, dejándole solo con su dramático solo.
—Lo siento, no he podido evitarlo —rio ella—. Me ha parecido demasiado gracioso como para dejarlo pasar.
Pero por el momento tenía algo más importante de lo que preocuparse. Porque su oponente se había agachado para esquivar los shuriken y ahora se abalanzaba hacia ella deslizándose por el suelo enarbolando su pierna por delante y un extraño y melódico grito de guerra:
—¡Aaaaahhahhhhaaahhh!♪
Pero Ayame no perdió ni un instante. Saltó hacia atrás para ganar espacio, mientras sus manos se entrelazaban rápidamente en dos sellos. Un torrente de agua brotó de sus labios, directo al suelo para deslizarse por debajo de Roga como una serpiente. Aunque más que una serpiente, aquel líquido viscoso se asemejaba más a una babosa. Una babosa dispuesta a atrapar a Roga en mitad del deslizamiento y frenarle en seco, dejándole solo con su dramático solo.
—Lo siento, no he podido evitarlo —rio ella—. Me ha parecido demasiado gracioso como para dejarlo pasar.