18/02/2019, 02:17
Y entonces el cuello del Yotsuki se giró ante unas declaraciones bastante fuertes hechas a su espalda. "¿Y este?" Ante él tenía la definición de lo que era la normalidad, lo genérico, lo simple. Donde el Yotsuki lucía cómo protagonista de historieta, a su lado el otro era un personaje de relleno, de esos que se mueren a manos del villano y ni lástima te dan. Si no fuera por la bandana que tenía en el brazo derecho, pensaría que se trataba de un simple civil que pasó un mal día en la oficina.
—Esto es un artículo de, por, y para el arte. No es algo que cualquier ignorante pueda comprender y apreciar— La sonrisa sórdida que le caracterizaba se hizo presente, aunque prefería ignorar a aquel personaje secundario mientras el seguía aclamando en voz alta las virtudes del instrumento que tenía enfrente. ¿Acaso iba a molestarse con un don nadie?, debes creerte muy importante como para que Rōga siquiera se preocupe por ti. —La proeza de tocar esas cuerdas de acero, de hacerlas reverberar para liberar una pieza magistral...— Se imaginaba a él mismo, tocando en un escenario con cientos de reflectores iluminándole durante un majestuoso solo acompañados por los gritos de sus fanáticas eufóricas ante su presencia. —Allá donde algún día te verán, donde tu fama sea digna de aclamación y respeto—. Eso último se lo dijo a sí mismo.
"Huuuuuuuuuh. Si ahorro para esto tendré que recortar gastos en armamento, pero es que ya estoy muy corto de presupuesto de por sí." La vida shinobi no parecía ir de la mano con la farándula.
—Esto es un artículo de, por, y para el arte. No es algo que cualquier ignorante pueda comprender y apreciar— La sonrisa sórdida que le caracterizaba se hizo presente, aunque prefería ignorar a aquel personaje secundario mientras el seguía aclamando en voz alta las virtudes del instrumento que tenía enfrente. ¿Acaso iba a molestarse con un don nadie?, debes creerte muy importante como para que Rōga siquiera se preocupe por ti. —La proeza de tocar esas cuerdas de acero, de hacerlas reverberar para liberar una pieza magistral...— Se imaginaba a él mismo, tocando en un escenario con cientos de reflectores iluminándole durante un majestuoso solo acompañados por los gritos de sus fanáticas eufóricas ante su presencia. —Allá donde algún día te verán, donde tu fama sea digna de aclamación y respeto—. Eso último se lo dijo a sí mismo.
"Huuuuuuuuuh. Si ahorro para esto tendré que recortar gastos en armamento, pero es que ya estoy muy corto de presupuesto de por sí." La vida shinobi no parecía ir de la mano con la farándula.