18/02/2019, 13:47
(Última modificación: 18/02/2019, 13:48 por Aotsuki Ayame.)
Roga recibió de lleno el impacto del chorro de agua y cayó al suelo de espaldas, empujado por la fuerza de la corriente. Con aquel último intercambio se había el punto final definitivo y Ayame se dejó caer a tierra firme de nuevo después de deshacer sus alas de agua y sus pasos chapotearon con cierta parsimonia hacia la posición de su contrincante.
—Auch. Creo que llegué a mi límite —dijo Roga, con una esforzada sonrisa en los labios—. Supongo que el entrenamiento da por finalizado.
Ayame no pudo evitar soltar una risilla.
—Sí, no quisiera acabar teniendo que arrastrarte hasta el hospital —respondió, tendiéndole una mano para ayudarle a levantarse—. No me esperaba una técnica de Raiton tan potente —comentó, y la sonrisa se borró de sus labios. Aún sentía aquellos desagradables escalofríos en donde las agujas se habían clavado.
—Auch. Creo que llegué a mi límite —dijo Roga, con una esforzada sonrisa en los labios—. Supongo que el entrenamiento da por finalizado.
Ayame no pudo evitar soltar una risilla.
—Sí, no quisiera acabar teniendo que arrastrarte hasta el hospital —respondió, tendiéndole una mano para ayudarle a levantarse—. No me esperaba una técnica de Raiton tan potente —comentó, y la sonrisa se borró de sus labios. Aún sentía aquellos desagradables escalofríos en donde las agujas se habían clavado.