19/02/2019, 20:47
—¡Hasta la duda ofende!— Se giró para verle y se llevó las manos a la cintura con su clásica sonrisa de modelo para revista. —Pocos acá en el distrito pueden igualarse a mí cuando se trata karaoke o concursos de canto. Si hay un escenario, ¡ahí me verás! Y ni hablar cuando se trata de composiciones, que mis piezas no tienen punto de comparación a nada que hayas escuchado antes— sopló para que al aire acomodara su fleco.
Mientras le escuchaba sus ojos le escudriñaron de arriba hacia abajo, aunque este movimiento se viese camuflajeado por sus lentes oscuros. No sólo era considerablemente más alto que él, sino que por sus rasgos bien se podría decir que le sacaba más de un par de años en edad. Y sin embargo, hablaba con un desgano y una formalidad más propias de un soltero cuarentón que un adolescente como tal. "Oh lobo, que otra vez te toca iluminar el camino de otra alma descarriada y perdida en la cotidianidad del esclavista mundo." Sonrío socarrón mientras caminaba, rodeándolo y parándose a lado.
—No tienes de que avergonzarte men— Le dio tres palmadas en la espalda como si quisiera consolarlo. —Que acá tienes a la persona indicada que puede guiarte en el mundo del arte musical— carcajeó con fuerza. —¿Qué más dan las posesiones? No se trata solo del aspecto o el lujo, realmente lo más importante radica en al actitud—. se ajustó las gafas en la frente y clavó sus afilados ojos dorados en el castaño.
Mientras le escuchaba sus ojos le escudriñaron de arriba hacia abajo, aunque este movimiento se viese camuflajeado por sus lentes oscuros. No sólo era considerablemente más alto que él, sino que por sus rasgos bien se podría decir que le sacaba más de un par de años en edad. Y sin embargo, hablaba con un desgano y una formalidad más propias de un soltero cuarentón que un adolescente como tal. "Oh lobo, que otra vez te toca iluminar el camino de otra alma descarriada y perdida en la cotidianidad del esclavista mundo." Sonrío socarrón mientras caminaba, rodeándolo y parándose a lado.
—No tienes de que avergonzarte men— Le dio tres palmadas en la espalda como si quisiera consolarlo. —Que acá tienes a la persona indicada que puede guiarte en el mundo del arte musical— carcajeó con fuerza. —¿Qué más dan las posesiones? No se trata solo del aspecto o el lujo, realmente lo más importante radica en al actitud—. se ajustó las gafas en la frente y clavó sus afilados ojos dorados en el castaño.