20/02/2019, 19:19
(Última modificación: 25/03/2019, 14:00 por Uchiha Datsue. Editado 2 veces en total.)
8 de Bienvenida del 219
Bueno, pues como te iba contando. Ha sido de locos, tío, ¡de locos! Se presenta Hanabi, en mi casa, dos días atrás. ¡En mi casa! Que ahora hay una Alianza con Kusa y Ame —no todo podía ser perfecto—. Que somos todos amiguetes y que nada de liarla. OK. Y entonces…
¡Entonces me cuenta que se trajo a Aiko! ¡BAM! ¡El plan funcionó! Nosotros devolvimos la cordura a Ayame —aunque, sinceramente, Kokuo aún con sus cositas parece mucho más maja y confiable que ella, pero ellos sabrán—, y a cambio nos dieron a Aiko. Sin memoria, eso sí, los muy hijos de puta. Contaba con que no se acordase de mí, pero al menos… Pff, en fin.
La noto un poco confusa todavía. Pero en el fondo sigue siendo ella. Se nota. Se nota que su alma sigue ahí. El reencuentro muy bien. Sentía como si estuviese borracho. En serio. Como flotando en una burbuja. Estuvimos hablando todo el tiempo. Hablando mucho. Le dejé bien claro la importancia del retrato. Con la mala costumbre que tiene de morirse… mejor que no me lo pierda. Ella tenía muchas preguntas, claro. No solo sobre nosotros. Sobre sus amigos. Sobre su rutina habitual. ¿Y qué fue de mis padres? ¿Y no tengo ningún amigo con el que suela quedar? ¿Y qué suelo hacer? Pff, pensé que iba a volverme loco. Creo que nunca en la vida solté tantas mentiras de golpe.
Y sí, sé que el listón estaba alto.
Creo que me supe defender bastante bien. Le dije que ella pertenecía a la Generación de Oro. Esa en la que estaba Akame, Haskoz y demás. Todos murieron, así que… no hay cabos sueltos. ¿Sus amigos? Sus amigos eran esos mismos. Todos muertos. Te quedaste sola y me conociste a través de Akame —lo cual, es cierto—. Le prometí que mañana la llevaría por los sitios por los que solía andar —cita y aprovecho para planificar bien qué decir, lo que viene siendo matar dos amejines de un katonazo, vaya—, así que me despido por hoy.
Y recuerda,
¡Entonces me cuenta que se trajo a Aiko! ¡BAM! ¡El plan funcionó! Nosotros devolvimos la cordura a Ayame —aunque, sinceramente, Kokuo aún con sus cositas parece mucho más maja y confiable que ella, pero ellos sabrán—, y a cambio nos dieron a Aiko. Sin memoria, eso sí, los muy hijos de puta. Contaba con que no se acordase de mí, pero al menos… Pff, en fin.
La noto un poco confusa todavía. Pero en el fondo sigue siendo ella. Se nota. Se nota que su alma sigue ahí. El reencuentro muy bien. Sentía como si estuviese borracho. En serio. Como flotando en una burbuja. Estuvimos hablando todo el tiempo. Hablando mucho. Le dejé bien claro la importancia del retrato. Con la mala costumbre que tiene de morirse… mejor que no me lo pierda. Ella tenía muchas preguntas, claro. No solo sobre nosotros. Sobre sus amigos. Sobre su rutina habitual. ¿Y qué fue de mis padres? ¿Y no tengo ningún amigo con el que suela quedar? ¿Y qué suelo hacer? Pff, pensé que iba a volverme loco. Creo que nunca en la vida solté tantas mentiras de golpe.
Y sí, sé que el listón estaba alto.
Creo que me supe defender bastante bien. Le dije que ella pertenecía a la Generación de Oro. Esa en la que estaba Akame, Haskoz y demás. Todos murieron, así que… no hay cabos sueltos. ¿Sus amigos? Sus amigos eran esos mismos. Todos muertos. Te quedaste sola y me conociste a través de Akame —lo cual, es cierto—. Le prometí que mañana la llevaría por los sitios por los que solía andar —cita y aprovecho para planificar bien qué decir, lo que viene siendo matar dos amejines de un katonazo, vaya—, así que me despido por hoy.
Y recuerda,
«Soñar es muy bonito; luchar por tus sueños, sacrificado, pero es la única manera de que tu Genjutsu infinito deje un día de serlo.»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado