4/03/2019, 17:10
—¡Sí! O bueno, solía —rectificó, quitándose las gafas de sol y guardándolas en el portaobjetos. Fue en ese momento cuando Ayame pudo reparar en los ojos del muchacho, afilados de un brillante y punzante color dorado—. La verdad es que por cuestiones de entrenamiento y demás llevaba un buen tiempo sin venir. Por ejemplo, a ese no lo conozco —dijo, señalando con cierto disimulo a uno de los trabajadores—. [sub=gray]Visito mayoría de sitios de karaoke de por aquí, pero al menos la comida de este en especial se siente como si fuera casera. Quizás luego te haga una demostración, que yo no sólo canto por pura diversión. ¡Algún día la gente va a corear mis propias composiciones en un gran escenario! Ya lo verás.
—Oh, ¡así que además de shinobi eres músico! —exclamó Ayame, sorprendida.
Roga colocó su chaqueta en el respaldo del asiento.
—Luego de la comida quizás tú te animas a subir a la tarima también —añadió, apoyando el rostro en la mano y guiñándole un ojo con cierta picardía.
Pero Ayame se echó a reír.
—Oh, no. ¿Qué quieres, que deje de llover? —bromeó. En realidad, a Ayame le gustaba cantar. ¡Claro que le gustaba! ¡Pero no delante de una multitud que podía reconocerla! Ella prefería cantar en la privacidad de su soledad, cuando nadie más podía escucharla. O cuando necesitaba hacer uso de su voz para una de sus técnicas, por supuesto—. ¿Y qué tipo de música haces? —preguntó, curiosa.
Aunque, por las pintas que tenía Roga, dudaba que fuera algo precisamente melódico o clásico...
—Oh, ¡así que además de shinobi eres músico! —exclamó Ayame, sorprendida.
Roga colocó su chaqueta en el respaldo del asiento.
—Luego de la comida quizás tú te animas a subir a la tarima también —añadió, apoyando el rostro en la mano y guiñándole un ojo con cierta picardía.
Pero Ayame se echó a reír.
—Oh, no. ¿Qué quieres, que deje de llover? —bromeó. En realidad, a Ayame le gustaba cantar. ¡Claro que le gustaba! ¡Pero no delante de una multitud que podía reconocerla! Ella prefería cantar en la privacidad de su soledad, cuando nadie más podía escucharla. O cuando necesitaba hacer uso de su voz para una de sus técnicas, por supuesto—. ¿Y qué tipo de música haces? —preguntó, curiosa.
Aunque, por las pintas que tenía Roga, dudaba que fuera algo precisamente melódico o clásico...