4/03/2019, 23:42
Rōga se infló el pecho con orgullo cuando lo reconocieron como un artista, que era una de las cosas que más le encantaban.
—Pues sí, aunque cuesta mucho compaginar ambas cosas en una misma agenda— Se encogió de hombros. El entrenamiento y su labor shinobi le consumían mucho más tiempo del que él quisiera.
—Ay por favor no puede ser tan malo— contestó ante la negativa de la kunoichi de subirse a cantar.
Movió todo el cuello para luego acomodarse el fleco de un soplido, decepcionado. De todas formas, la intención era divertirse, sin importar que tan bien o mal cantaras. "Bueno, aunque de todas formas no todos nacieron para el estrellato de igual manera." Río divertido.
La conversación siguió con ritmo musical, siendo esta vez Ayame la que le inquirió sobre el género que interpretaba.
—¡El rock por supuesto!— De pronto se puso en pie y colocó ambas palmas de las manos en la mesa. —La libertad, el poder expresar lo que otros no pueden o temen decir. La emoción de las cuerdas de guitarra rasgadas con pasión mientras el sudor cae por la frente. Aquí lastimosamente usan pistas pregrabadas, de lo contrario yo mismo tocaría— pareció sosegarse y se sentó de nuevo. —Más que decir lo que quieren los demás oír, es transmitir lo que sientes—. Se cruzó de brazos. —Aunque un buen músico no se cierra a las demás opciones, por lo que siempre trato de tomar lo bueno de cada género o idea—. asintió con la cabeza tres veces. —¿A ti te gusta alguna música en específico?
En lo que ellos continuaban la conversación, la mesera salía de la cocina con charola en mano, dirigiéndose hasta su mesa.
—Acá tienen su orden— dejó los platos y los vasos respectovos delante de cada uno. —Que lo disfruten— Sonrío.
—Vaya, fue más rápido de lo que esperaba.
—Tenemos poca clientela hoy, así que todas las órdenes salen sin mucha demora... Bueno, me devuelvo. Si desean algo más sólo deben llamarse— Se dio la vuelta de regreso a tomar más pedidos.
—Pues sí, aunque cuesta mucho compaginar ambas cosas en una misma agenda— Se encogió de hombros. El entrenamiento y su labor shinobi le consumían mucho más tiempo del que él quisiera.
—Ay por favor no puede ser tan malo— contestó ante la negativa de la kunoichi de subirse a cantar.
Movió todo el cuello para luego acomodarse el fleco de un soplido, decepcionado. De todas formas, la intención era divertirse, sin importar que tan bien o mal cantaras. "Bueno, aunque de todas formas no todos nacieron para el estrellato de igual manera." Río divertido.
La conversación siguió con ritmo musical, siendo esta vez Ayame la que le inquirió sobre el género que interpretaba.
—¡El rock por supuesto!— De pronto se puso en pie y colocó ambas palmas de las manos en la mesa. —La libertad, el poder expresar lo que otros no pueden o temen decir. La emoción de las cuerdas de guitarra rasgadas con pasión mientras el sudor cae por la frente. Aquí lastimosamente usan pistas pregrabadas, de lo contrario yo mismo tocaría— pareció sosegarse y se sentó de nuevo. —Más que decir lo que quieren los demás oír, es transmitir lo que sientes—. Se cruzó de brazos. —Aunque un buen músico no se cierra a las demás opciones, por lo que siempre trato de tomar lo bueno de cada género o idea—. asintió con la cabeza tres veces. —¿A ti te gusta alguna música en específico?
En lo que ellos continuaban la conversación, la mesera salía de la cocina con charola en mano, dirigiéndose hasta su mesa.
—Acá tienen su orden— dejó los platos y los vasos respectovos delante de cada uno. —Que lo disfruten— Sonrío.
—Vaya, fue más rápido de lo que esperaba.
—Tenemos poca clientela hoy, así que todas las órdenes salen sin mucha demora... Bueno, me devuelvo. Si desean algo más sólo deben llamarse— Se dio la vuelta de regreso a tomar más pedidos.