El de cabellos tricolor le dio un mordisco a su hamburguesa y masticó lentamente mientras escuchaba las palabras de Ayame, aunque cuando esta terminó no pudo sino alzar ambas cejas y apresurarse a tragar y así contestarle -no era tan grosero como para hablar con la boca llena-.
—¿¡Cómo que no sería mi estilo!?— afiló la mirada al inquirirle. —¿¡Acaso insinúas que yo no soy capaz de expresar sentimientos profundos a mí manera!?— Infló los cachetes como niño berrinchudo aunque luego le dio un sorbo a su batido, pasando de golpe nuevamente a la calma. —Una tonada siempre será armoniosa y bella sin importar el instrumento... Cuando cantas da igual el ritmo media vez seas honesto y sincero al expresarte, incluso si no hay música que te acompañe—. le dio otro gran bocado a su hamburguesa.
"Rey Colmillo de Lobo es un artista, no un intérprete barato." Lo último que necesitaba era que alguien le dijera cómo debía expresarse.
—¿¡Cómo que no sería mi estilo!?— afiló la mirada al inquirirle. —¿¡Acaso insinúas que yo no soy capaz de expresar sentimientos profundos a mí manera!?— Infló los cachetes como niño berrinchudo aunque luego le dio un sorbo a su batido, pasando de golpe nuevamente a la calma. —Una tonada siempre será armoniosa y bella sin importar el instrumento... Cuando cantas da igual el ritmo media vez seas honesto y sincero al expresarte, incluso si no hay música que te acompañe—. le dio otro gran bocado a su hamburguesa.
"Rey Colmillo de Lobo es un artista, no un intérprete barato." Lo último que necesitaba era que alguien le dijera cómo debía expresarse.