12/03/2019, 17:57
Claro, la chica balbuceaba cosas, quizás incluso fuesen pensamientos en voz alta mientras tartaba de salir de aquella especie de shock al ver que una araña le estaba hablando. Una jodida viuda negra de tamaño desproporcionado que le estaba pidiendo mosquitos.
Resoplé con pesadez, cansado de la testarudez de Kumopansa.
— Oye, ¿tienes o no?
El animal insistía y fue entonces, cuando la muchacha pareció salir del trance de la situación desenvainando su arma, dispuesta al parecer, a rajarle las tripas a la araña parlanchina.
— Será mejor que guardes eso — sugerí con mi katana apuntandole.
Afortunadamente me hizo caso. No me apetecía protagonizar el asesinato de una camarada. No, señor. en los tiempos que corrían, todos los aliados de los que uno podía disponer eran pocos.
—Esto… ¿m-mosquitos? N-no… No, no tengo…
— ¡Oh, venga, no me jodas, tronca!
—. No tengo mosquitos, lo siento. ¿Cómo…? ¿Por qué…? —Mil preguntas pasaron por su cabeza (unas cuatro, a decir verdad), pero decidió tomar la ruta amigable en lugar de la ruta escéptica —. ¿Por qué te dejó sin mosquitos?
— Por qué tenemos que entrenar — contesté antes de que pudiera hacerlo el animal meintras devolvía mi katana a su funda — a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que Kumopansa aparte de ser una maleducada no es un animal corriente. Al igual que tu y que yo, ella es ninja. Resumiendo un poco las cosas, forma parte de mi pacto de sangre con la familia Kumo
Resoplé con pesadez, cansado de la testarudez de Kumopansa.
— Oye, ¿tienes o no?
El animal insistía y fue entonces, cuando la muchacha pareció salir del trance de la situación desenvainando su arma, dispuesta al parecer, a rajarle las tripas a la araña parlanchina.
— Será mejor que guardes eso — sugerí con mi katana apuntandole.
Afortunadamente me hizo caso. No me apetecía protagonizar el asesinato de una camarada. No, señor. en los tiempos que corrían, todos los aliados de los que uno podía disponer eran pocos.
—Esto… ¿m-mosquitos? N-no… No, no tengo…
— ¡Oh, venga, no me jodas, tronca!
—. No tengo mosquitos, lo siento. ¿Cómo…? ¿Por qué…? —Mil preguntas pasaron por su cabeza (unas cuatro, a decir verdad), pero decidió tomar la ruta amigable en lugar de la ruta escéptica —. ¿Por qué te dejó sin mosquitos?
— Por qué tenemos que entrenar — contesté antes de que pudiera hacerlo el animal meintras devolvía mi katana a su funda — a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que Kumopansa aparte de ser una maleducada no es un animal corriente. Al igual que tu y que yo, ella es ninja. Resumiendo un poco las cosas, forma parte de mi pacto de sangre con la familia Kumo
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa