19/03/2019, 20:37
—Más bien, es el significado literal de mi nombre —explicó Roga, antes de darle el último trago a su bebida e hinchar el pecho con orgullo.
—¡Oh! —exclamó Ayame, sorprendida, dibujando una O con sus labios.
—¿Y tú no tienes algún sueño en especial? ¿O estás totalmente centrada a ser una kunoichi y ya? —le preguntó, ladeando la cabeza—. Ya mucho hablar de mí, ¡qué no me has dicho nada de ti!
Ayame se llevó una mano al mentón, pensativa.
—Si te digo la verdad... nunca me lo he planteado en serio —respondió, con lentitud—. Puede que ya estuviera destinada a la vida ninja, pero cuando de verdad surgió en mí el deseo de convertirme en kunoichi fue al ver a mi hermano entrenando. Ya le admiraba desde muy pequeña —explicó, esbozando una sonrisilla. Aunque enseguida retornó a su gesto pensativo, mucho más serio y determinado que antes—. Pero... ahora que lo mencionas, supongo que sí tengo una meta —y más después de todas las meteduras de pata que había tenido en los últimos meses—: Quiero demostrarle a mi padre... No, no sólo a él; a todo el mundo, de lo que soy capaz. No quiero que me sigan viendo como una kunoichi débil y torpe, y para eso conseguiré el chaleco de Chūnin y retaré a mi padre a un combate.
—¡Oh! —exclamó Ayame, sorprendida, dibujando una O con sus labios.
—¿Y tú no tienes algún sueño en especial? ¿O estás totalmente centrada a ser una kunoichi y ya? —le preguntó, ladeando la cabeza—. Ya mucho hablar de mí, ¡qué no me has dicho nada de ti!
Ayame se llevó una mano al mentón, pensativa.
—Si te digo la verdad... nunca me lo he planteado en serio —respondió, con lentitud—. Puede que ya estuviera destinada a la vida ninja, pero cuando de verdad surgió en mí el deseo de convertirme en kunoichi fue al ver a mi hermano entrenando. Ya le admiraba desde muy pequeña —explicó, esbozando una sonrisilla. Aunque enseguida retornó a su gesto pensativo, mucho más serio y determinado que antes—. Pero... ahora que lo mencionas, supongo que sí tengo una meta —y más después de todas las meteduras de pata que había tenido en los últimos meses—: Quiero demostrarle a mi padre... No, no sólo a él; a todo el mundo, de lo que soy capaz. No quiero que me sigan viendo como una kunoichi débil y torpe, y para eso conseguiré el chaleco de Chūnin y retaré a mi padre a un combate.