19/03/2019, 21:06
El niño escuchó atentamente las palabras de Ayame, escudriñando el significado que podrían tener detrás. Si bien ella mismo aseguró que no tenia un ideal en concreto, luego manifestó un deseo de querer demostrarle a su familia de lo que era capaz. "Supongo que quiere compararse a su hermano." Él era hijo único, por lo que no podía hablar mucho al respecto. Sin embargo, sus últimas palabras fueron lo que descuadraron un poco los pensamientos del Yotsuki. "¿Débil y torpe?" Luego del entrenamiento lo último que podría pensar es que ella fuese tal cosa.
—¿Pero quién te ha dicho que seas débil y torpe? Bah, en serio, esa placa va a ser pan comido para ti—. Movió la mano, restándole importancia... aunque, luego volvió a clavar sus ojos en ella, serio. —¿No será que crees que los demás te ven así?— le increpó.
De alguna manera, Ayame le recordaba a Ranko no sólo en su actitud inicial de timidez. Por lo mismo, quizás su caso de falta de confianza fuese similar. En cierta manera, le molestaba que la gente fuese sumisa.
—¡Escúchame bien!— Alzó el dedo y la señaló. —No hagas las cosas para que las personas crean que eres fuerte, hazlo porque eres fuerte y los demás se tienen que enterar. Y sí aún así alguien te menosprecia, pues que te importe un pepino porque tú sabes lo que vales—. Remató con una sonrisa para luego cruzarse de brazos.
Ciertamente, nunca había visto a nadie tan rápido como ella ni con una estrategia tan elaborada. Sólo con eso ya tenía pruebas más que suficientes de su habilidad. "Quizás le exigen demasiado." Después de todo, ella era la Guardiana de Amegakure, así que seguramente las expectativas serían mucho más altas que para otros shinobis comunes y corrientes.
—¿Pero quién te ha dicho que seas débil y torpe? Bah, en serio, esa placa va a ser pan comido para ti—. Movió la mano, restándole importancia... aunque, luego volvió a clavar sus ojos en ella, serio. —¿No será que crees que los demás te ven así?— le increpó.
De alguna manera, Ayame le recordaba a Ranko no sólo en su actitud inicial de timidez. Por lo mismo, quizás su caso de falta de confianza fuese similar. En cierta manera, le molestaba que la gente fuese sumisa.
—¡Escúchame bien!— Alzó el dedo y la señaló. —No hagas las cosas para que las personas crean que eres fuerte, hazlo porque eres fuerte y los demás se tienen que enterar. Y sí aún así alguien te menosprecia, pues que te importe un pepino porque tú sabes lo que vales—. Remató con una sonrisa para luego cruzarse de brazos.
Ciertamente, nunca había visto a nadie tan rápido como ella ni con una estrategia tan elaborada. Sólo con eso ya tenía pruebas más que suficientes de su habilidad. "Quizás le exigen demasiado." Después de todo, ella era la Guardiana de Amegakure, así que seguramente las expectativas serían mucho más altas que para otros shinobis comunes y corrientes.