22/03/2019, 21:10
— Bueno, no te preocupes, Ranko-san — le dije a la chica que claramente se sentía como mínimo incómoda y aquel tartamudeo repentino no hacía más que acentuar esa evidencia — No te vamos a comer y deja las reverencias para Morikage-sama. Yo tan solo soy un gennin y Kumopansa... bueno, supongo que ella puede considerarse como una gennin también
De hecho, ¿había rango shinobi para animales provenientes de un pacto de invocación como era aquel caso? Vaya, ahora me carcomía la curiosidad, así que guardaría esa pregunta para cuando volviese a toparme con Moyashi Kenzou si es que lo hacia en un futuro más o menos cercano.
—¿¡Cómo entrena una araña!?
Tanto Kumopansa como yo mismo fuimos incapaces de no cruzar nuestras miradas. En el caso de la araña, sus ocho miradas. Luego nos encogimos de hombros sin acabar de entender a la muchacha. Desde luego era graciosa.
—. Q-quiero decir… Se-sería intere… interesante ve-ver entrenar a… a alguien como K-kumopansa-san. Creo.
— ¿Que como entreno?
Me percaté instantanemante que ni siquiera el arácnido supo qué diantres decir ante aquella simple pregunta pero que nos sorprendió a ambos.
— Escucha, Ranko-san, de verdad, necesito que te calmes. Somos camaradas. ¿lo ves? yo también sirvo a esta aldea, soy un camarada — había puesto mi mano en su hombro brevemente mientras le mostraba una sonrisa, luego le enseñé con mi dedo la bandana que tenía anudada en la frente, igualita a la que ella lucía en su cuello — como he dicho antes, ella también es una ninja de Kusagakure. Así que supongo que entrena como lo haría cualquier otro shinobi. Solo que... nosotros entrenamos siempre juntos porque vamos a todos lados juntos. Eso nos hace más fuertes, ¿sabes?
De hecho, ¿había rango shinobi para animales provenientes de un pacto de invocación como era aquel caso? Vaya, ahora me carcomía la curiosidad, así que guardaría esa pregunta para cuando volviese a toparme con Moyashi Kenzou si es que lo hacia en un futuro más o menos cercano.
—¿¡Cómo entrena una araña!?
Tanto Kumopansa como yo mismo fuimos incapaces de no cruzar nuestras miradas. En el caso de la araña, sus ocho miradas. Luego nos encogimos de hombros sin acabar de entender a la muchacha. Desde luego era graciosa.
—. Q-quiero decir… Se-sería intere… interesante ve-ver entrenar a… a alguien como K-kumopansa-san. Creo.
— ¿Que como entreno?
Me percaté instantanemante que ni siquiera el arácnido supo qué diantres decir ante aquella simple pregunta pero que nos sorprendió a ambos.
— Escucha, Ranko-san, de verdad, necesito que te calmes. Somos camaradas. ¿lo ves? yo también sirvo a esta aldea, soy un camarada — había puesto mi mano en su hombro brevemente mientras le mostraba una sonrisa, luego le enseñé con mi dedo la bandana que tenía anudada en la frente, igualita a la que ella lucía en su cuello — como he dicho antes, ella también es una ninja de Kusagakure. Así que supongo que entrena como lo haría cualquier otro shinobi. Solo que... nosotros entrenamos siempre juntos porque vamos a todos lados juntos. Eso nos hace más fuertes, ¿sabes?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa