24/03/2019, 13:15
—Preferiría que admiraras mi look —replicó Roga, y Ayame esbozó una inquieta sonrisa que ocultaba un mensaje mudo: "Lo siento, pero ese look de macarra no es mi tipo"—. Lo dudo, o sea, ¿has visto la cantidad de misiones reglamentarias que piden para siquiera poder optar a realizar el examen? Me tomará un buen tiempo llenar los requisitos. Llevo muy poco tiempo de haberme graduado.
—No lleva tanto tiempo en realidad, sólo hay que ser constante —respondió, sacudiendo la cabeza—. Pues eres bastante diestro para haberte graduado hace poco. Esas técnicas eléctricas... No quiero ni imaginar de lo que serás capaz con más entrenamiento —añadió, sincera.
—Según escuché, el último examen fue un desastre —dijo Roga de repente, y el rostro de Ayame se ensombreció ligeramente—. Pero si ya estuviste una vez, nada va a detenerte ahora.
—Fue culpa mía —le interrumpió, apartando la mirada. Su mente estaba viajando lejos de allí, hacia el pasado, hacia aquel combate con Uchiha Datsue y su demonio gigante—. Me dejé llevar por la rabia y la desesperación... y perdí la confianza de Yui-sama —Ayame respiró hondo, levantando ambos hombros en una perpetua lucha contra el doloroso nudo que había atenazado su garganta—. No niego que fuera mi culpa, y sé que lo merezco. Pero... me gustaría que me concediera una sola oportunidad más para redimirme...
—No lleva tanto tiempo en realidad, sólo hay que ser constante —respondió, sacudiendo la cabeza—. Pues eres bastante diestro para haberte graduado hace poco. Esas técnicas eléctricas... No quiero ni imaginar de lo que serás capaz con más entrenamiento —añadió, sincera.
—Según escuché, el último examen fue un desastre —dijo Roga de repente, y el rostro de Ayame se ensombreció ligeramente—. Pero si ya estuviste una vez, nada va a detenerte ahora.
—Fue culpa mía —le interrumpió, apartando la mirada. Su mente estaba viajando lejos de allí, hacia el pasado, hacia aquel combate con Uchiha Datsue y su demonio gigante—. Me dejé llevar por la rabia y la desesperación... y perdí la confianza de Yui-sama —Ayame respiró hondo, levantando ambos hombros en una perpetua lucha contra el doloroso nudo que había atenazado su garganta—. No niego que fuera mi culpa, y sé que lo merezco. Pero... me gustaría que me concediera una sola oportunidad más para redimirme...