1/04/2019, 05:40
—Cómo vos digas— recibió el efectivo con su socarrona sonrisa y se encaminó a la abarrotería más cercana para comprar los insumos necesarios para el viaje. Ya se le hacía raro que salieran directamente del edifico de la Arashikage sin tener nada en mano.
Y sin embargo, no estaba del todo complacido con esa poca comida, pero tampoco le agradaba la idea de sobrecargarse con demasiados objetos sobre el lomo. Se revisó sus bolsillos y aprovechó para comprar un par de chocolates y chucherías que no hicieran demasiado peso y que complementaran el resto del cargamento.
Daruu no tendría que esperar demasiado, pues el Yotsuki llegó alegre dando saltos justo a la hora acordada y con la mercancía envuelta en bolsas.
—¡Ya traje las cosas! Y viendo que me sobraba un poco de dinero a mí quise añadir un par de cositas extra, ya sabes, como botana— Sonrío mientras sacudía una barrita de chocolate, aunque luego la escondió de nuevo mientras esperaba que el de ojos violeta le tendiera la mentada mochila para guardar las cosas. —Y ya que estamos, ¿conoces el camino? Yo no he estado nunca ahí, así que a mí no me vendría mal un mapa para ubicarme un poco— admitió sin perder su expresión alegre y despreocupada.
Y sin embargo, no estaba del todo complacido con esa poca comida, pero tampoco le agradaba la idea de sobrecargarse con demasiados objetos sobre el lomo. Se revisó sus bolsillos y aprovechó para comprar un par de chocolates y chucherías que no hicieran demasiado peso y que complementaran el resto del cargamento.
Daruu no tendría que esperar demasiado, pues el Yotsuki llegó alegre dando saltos justo a la hora acordada y con la mercancía envuelta en bolsas.
—¡Ya traje las cosas! Y viendo que me sobraba un poco de dinero a mí quise añadir un par de cositas extra, ya sabes, como botana— Sonrío mientras sacudía una barrita de chocolate, aunque luego la escondió de nuevo mientras esperaba que el de ojos violeta le tendiera la mentada mochila para guardar las cosas. —Y ya que estamos, ¿conoces el camino? Yo no he estado nunca ahí, así que a mí no me vendría mal un mapa para ubicarme un poco— admitió sin perder su expresión alegre y despreocupada.