(C) Los susurros del Yomi

[Amedama Daruu]

Roga declaró que hasta el momento no conocía a ningún usaurio de Suiton que hiciese algo más que escupir cosas por la boca.

—Bueno, yo también sé hacer eso —rio Daruu, encogiéndose de hombros.

El muchacho parecía ser alguien como él mismo no hacía mucho: golpes directos, un ninja basado en el ataque. Al final quizás no fuera tan mala idea que pelease, pero no pensaba decírselo no fuera a ser que se toparan con alguna amenaza mayor.

Y hablando de amenazas...

—Je, soy lo opuesto en ese sentido— se ajustó las gafas sobre la frente, dejando a la vista sus filosos ojos de oro —Pertenezco al orgulloso clan Yotsuki. Como tal, hemos mantenido vivas las tradiciones que imperaban en el tiempo de los Raikages ya que nuestro estilo de lucha va más allá de sólo pelear, pues es nuestra forma de vivir— se cruzó de brazos.

Daruu se detuvo de pronto, se cruzó de brazos y observó a Roga con seriedad. Torció el rostro y formó media sonrisa.

—¿Ah, sí? —murmuró—. Y dime, Roga, ¿el orgullo del clan Yotsuki, hasta dónde llega? Los clanes orgullosos suelen ser también los primeros que tratan de tejer hilos fuera de la mirada de Yui-sama.

»¿Debo preocuparme? —Oh, Daruu había conocido demasiados ninjas orgullosos de su larga estirpe, y todos acababan igual. Los Kajitsu Houzuki, Uchiha Akame...