3/04/2019, 18:45
—Si fue en otoño entonces tiene coherencia que no me diese cuenta, pues la fecha se me pasó de largo —respondió Roga, con un suspiro resignado—. Suena a que sería perfecto para mí, ¡podría ser ideal para darme a conocer ante un público enorme! —asintió, y Ayame le dedicó una sonrisa.
Por un momento, no pudo evitar preguntarse si llegarían a cruzarse en el caso de que la muchacha decidiera presentarse de nuevo. Aunque eso era algo altamente improbable, pues Ayame se negaba en redondo a cantar ante un público si no era por fuerzas mayores.
—Tendré que ver si logro hacer espacio en mi agenda para asistir al de este año —continuaba Roga, con una sonrisa—. ¿Cómo fueron los ganadores del evento cuando estuviste ahí?
Ayame tuvo que hacer un verdadero ejercicio de memoria para recuperar los recuerdos de aquel evento sucedido hace dos años.
—Pues... la ganadora fue una chica. Una violinista. ¡Tendrías que haberla visto! ¡Era capaz de bailar al mismo tiempo que tocaba! ¡Y qué manera de bailar!
Por un momento, no pudo evitar preguntarse si llegarían a cruzarse en el caso de que la muchacha decidiera presentarse de nuevo. Aunque eso era algo altamente improbable, pues Ayame se negaba en redondo a cantar ante un público si no era por fuerzas mayores.
—Tendré que ver si logro hacer espacio en mi agenda para asistir al de este año —continuaba Roga, con una sonrisa—. ¿Cómo fueron los ganadores del evento cuando estuviste ahí?
Ayame tuvo que hacer un verdadero ejercicio de memoria para recuperar los recuerdos de aquel evento sucedido hace dos años.
—Pues... la ganadora fue una chica. Una violinista. ¡Tendrías que haberla visto! ¡Era capaz de bailar al mismo tiempo que tocaba! ¡Y qué manera de bailar!