9/04/2019, 01:46
Tal y como sospechaba el boxeador, aquella defensa no pertenecía a un estilo como el del mono borracho, sino que formaba parte del repertorio de técnicas del estilo familiar que enseña el abuelo de su rival.
«¿Eso significa que conoce dos estilos distintos?»
No, no solo conocía dos estilos distintos, sino que incluso podía utilizarlos efectivamente en combate. Aquello, como había admitido Etsu, no debía ser nada fácil.
Una vez más Etsu intentó tomar de aquella botella imaginaria mientras parecía estar relajado en el suelo, recostado.
Demonios, eso lo ponía de los nervios. No por lo obvio, que ya había conseguido entender que ese estilo no se trataba de una burla, sino que como boxeador no tenía idea alguna de como acercarse a un rival que ya se encontraba en el suelo.
Daigo sonrió. Ahora tocaba improvisar.
Una larga zancada con la pierna izquierda por delante fue suficiente para recortar la distancia entre ambos fue suficiente para entrar en rango de golpeo mientras el puño izquierdo, amenazante, fue levantado mientras ardía junto a la misma pierna.
—¡USHI!
Una nueva embestida del toro fue lanzada hacia el Inuzuka, con el puño definitivamente no lo suficientemente bajo como para golpear a un oponente recostado, pero aquello no importaba, pues la sombra que acabó la técnica nunca tuvo intención de dañarlo, sino que actuaba como una mera distracción mientras el verdadero peligro se apresuró a flanquearlo por la derecha.
El puño derecho del boxeador se dirigiría directamente al pecho de Etsu, acompañado de un rápido giro en su cadera y una profunda flexión de sus rodillas que buscaba ayudarlo a transmitir toda la fuerza que poseía en un único puñetazo.
«¿Eso significa que conoce dos estilos distintos?»
No, no solo conocía dos estilos distintos, sino que incluso podía utilizarlos efectivamente en combate. Aquello, como había admitido Etsu, no debía ser nada fácil.
Una vez más Etsu intentó tomar de aquella botella imaginaria mientras parecía estar relajado en el suelo, recostado.
Demonios, eso lo ponía de los nervios. No por lo obvio, que ya había conseguido entender que ese estilo no se trataba de una burla, sino que como boxeador no tenía idea alguna de como acercarse a un rival que ya se encontraba en el suelo.
Daigo sonrió. Ahora tocaba improvisar.
Una larga zancada con la pierna izquierda por delante fue suficiente para recortar la distancia entre ambos fue suficiente para entrar en rango de golpeo mientras el puño izquierdo, amenazante, fue levantado mientras ardía junto a la misma pierna.
—¡USHI!
Una nueva embestida del toro fue lanzada hacia el Inuzuka, con el puño definitivamente no lo suficientemente bajo como para golpear a un oponente recostado, pero aquello no importaba, pues la sombra que acabó la técnica nunca tuvo intención de dañarlo, sino que actuaba como una mera distracción mientras el verdadero peligro se apresuró a flanquearlo por la derecha.
El puño derecho del boxeador se dirigiría directamente al pecho de Etsu, acompañado de un rápido giro en su cadera y una profunda flexión de sus rodillas que buscaba ayudarlo a transmitir toda la fuerza que poseía en un único puñetazo.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.