11/04/2019, 03:11
Se limitó a asentir e imitar las indicaciones del superior, acercándose de la forma más discreta posible. Aunque, cabe destacar que luego fue el propio Daruu que pasó a una actuación mucho más directa al percatarse de que la fuente del fuego -o casi fuego- se trataba posiblemente de una indigente. "¿Pero qué demonios hace una chica así en este lugar?" Estaban por averiguarlo.
Nuevamente fue Daruu quién tomó la iniciativa inquiriendo de forma severa a la mujer, aunque el Yotsuki se lo pensó un poco.
"A simple vista sólo es una indigente. Que no me extrañaría que intentase robar algo de este sitio para venderlo por un buen precio, aunque esos brazos parecen más palos de escoba." Hay que saber, que Rōga en realidad es mucho más amable de lo que parece. Pero de tal forma, no conocía las intenciones de la muchacha. No era de tirarse a las preguntas directas cómo el chūnin, sino que utilizaba rodeos para sacar información que tal vez no fuese revelada de la mala manera. Aprovecharía entonces para jugar al policía bueno y al policía malo con tal de hacer colaborar a la chica.
—Creo que nuestras respectivas placas pueden responder tu duda— sonrió aún en la oscuridad. Tal vez la noche hubiese caído, pero aunque el símbolo no fuese distinguible al menos podría darse cuenta que portaban bandanas de shinobi. —Muchas malas lenguas hablan de fantasmas que le susurran a los transeúntes en este sitio, ¿no te da miedo estar por aquí?— Ladeaba su cabeza cómo perrito curioso. —Mira que si lo que buscas es un refugio, creo que hay callejones de Shinogi-To mucho más cómodos. ¿Qué te ha traído a este lugar?— remató sin perder su aire de confianza.
Nuevamente fue Daruu quién tomó la iniciativa inquiriendo de forma severa a la mujer, aunque el Yotsuki se lo pensó un poco.
"A simple vista sólo es una indigente. Que no me extrañaría que intentase robar algo de este sitio para venderlo por un buen precio, aunque esos brazos parecen más palos de escoba." Hay que saber, que Rōga en realidad es mucho más amable de lo que parece. Pero de tal forma, no conocía las intenciones de la muchacha. No era de tirarse a las preguntas directas cómo el chūnin, sino que utilizaba rodeos para sacar información que tal vez no fuese revelada de la mala manera. Aprovecharía entonces para jugar al policía bueno y al policía malo con tal de hacer colaborar a la chica.
—Creo que nuestras respectivas placas pueden responder tu duda— sonrió aún en la oscuridad. Tal vez la noche hubiese caído, pero aunque el símbolo no fuese distinguible al menos podría darse cuenta que portaban bandanas de shinobi. —Muchas malas lenguas hablan de fantasmas que le susurran a los transeúntes en este sitio, ¿no te da miedo estar por aquí?— Ladeaba su cabeza cómo perrito curioso. —Mira que si lo que buscas es un refugio, creo que hay callejones de Shinogi-To mucho más cómodos. ¿Qué te ha traído a este lugar?— remató sin perder su aire de confianza.