11/04/2019, 23:38
De nuevo en pié. Como siempre decía su abuelo, si caes una vez, vuelve a levantarte; lo que no te mata te hace mas fuerte. Y así era, no podía permitirse el lujo de mermar en concentración por haber recibido un mero golpe. Ese era el día a día en la vida de un luchador, de un futuro maestro de taijutsu.
Su guardia estaba alzada, o algo parecido. Ya se sabía que las maneras del estilo no eran las más... correctas. Pero a su manera, estaba de nuevo listo para el combate. Daigo no se hizo de rogar, volviendo a acometer contra el genin. Recortó de manera súbita las distancias con un eficaz desplazamiento, en lo cuál lanzó de manera tosca y sin aparente premeditación el puño. El puñetazo iba directo hacia el rostro del Inuzuka, sin dilaciones.
Pero Etsu, que a cada segundo pasado en combate se sentía mejor y más cómodo, no dejó pasar la oportunidad. En vez de bloquear, distanciarse, o simplemente golpear antes que su oponente, dejó que éste lanzase por completo el puñetazo. No obstante, Etsu se agazapó lo justo y necesario para pasar por debajo del brazo de su oponente, y cruzarse hacia el exterior de la guardia de éste. Con las mismas, lanzó una presa directa sobre el torso del peliverde, y con la misma inercia del giro así como una fuerza bastante trabajada, levantaría a Daigo casi un par de metros sobre el suelo. Obviamente, la trayectoria del mismo no podía ir demasiado más alto, así pues caería con la fuerza de mil demonios. La intención, darle un buen golpe contra el suelo.
—¡INUZUUUUUUKA SUPLEX! —bramó, orgulloso del nombre de su ataque.
La técnica era bastante informal, casi tanto como el estilo del mono borracho, pero obviamente se podía deducir que tampoco pertenecía al mismo estilo. No es que el chico supiese 4 tipos de estilo de combate, pero sí que estaba aprovechando las cosas que más le gustaban de cada uno de los que veía.
Nuevamente, tomaría algo de distancia, apenas un paso o dos. Sabía que el golpe podía ser de lo más doloroso, así como peligroso en malas situaciones, así pues tenía que preguntarlo...
—¿Te encuentras bien?
Su guardia estaba alzada, o algo parecido. Ya se sabía que las maneras del estilo no eran las más... correctas. Pero a su manera, estaba de nuevo listo para el combate. Daigo no se hizo de rogar, volviendo a acometer contra el genin. Recortó de manera súbita las distancias con un eficaz desplazamiento, en lo cuál lanzó de manera tosca y sin aparente premeditación el puño. El puñetazo iba directo hacia el rostro del Inuzuka, sin dilaciones.
Pero Etsu, que a cada segundo pasado en combate se sentía mejor y más cómodo, no dejó pasar la oportunidad. En vez de bloquear, distanciarse, o simplemente golpear antes que su oponente, dejó que éste lanzase por completo el puñetazo. No obstante, Etsu se agazapó lo justo y necesario para pasar por debajo del brazo de su oponente, y cruzarse hacia el exterior de la guardia de éste. Con las mismas, lanzó una presa directa sobre el torso del peliverde, y con la misma inercia del giro así como una fuerza bastante trabajada, levantaría a Daigo casi un par de metros sobre el suelo. Obviamente, la trayectoria del mismo no podía ir demasiado más alto, así pues caería con la fuerza de mil demonios. La intención, darle un buen golpe contra el suelo.
—¡INUZUUUUUUKA SUPLEX! —bramó, orgulloso del nombre de su ataque.
La técnica era bastante informal, casi tanto como el estilo del mono borracho, pero obviamente se podía deducir que tampoco pertenecía al mismo estilo. No es que el chico supiese 4 tipos de estilo de combate, pero sí que estaba aprovechando las cosas que más le gustaban de cada uno de los que veía.
Nuevamente, tomaría algo de distancia, apenas un paso o dos. Sabía que el golpe podía ser de lo más doloroso, así como peligroso en malas situaciones, así pues tenía que preguntarlo...
—¿Te encuentras bien?
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~