17/04/2019, 18:59
—Será aburrido, pero he escuchado que tienen buena comida, quizás algún día me dé una vuelta por ahí.
—Todo pescado.
—Todo pescado.
Daruu y Asuko se miraron durante unos segundos, y luego, al unísono, se echaron a reír.
—¿Qué fue lo que te motivó a salir de tu hogar y dedicarte a investigar temas paranormales? Andar en ruinas y demás puede conllevar varios peligros, pero no parece importarte con tal de lograr tu objetivo.
Aunque desconfiada —tardó unos cuantos segundos en responder, Asuko se acercó un poco más a Roga y dijo:
—¿Habéis oído hablar de la leyenda de Shiro Shinigami? —Los miró a ambos con ojos brillantes.
—Ah, ese cuento de terror que habla de un antiguo sacerdote que hacía sacrificios a los dioses en cementerios —dijo Daruu—. Al final de la historia, Amaterasu le convierte en Shinigami y desde entonces se dedica a vagar entre lápidas.
—¡No es un cuento! ¡Es real! Llevo investigando cementerios de todo Oonindo durante varios años, y... ¡y entonces escuché los rumores! ¡Aquí debe estar Shiro Shinigami!
—¿Y qué pretendes hacer si te lo encuentras de verdad?
Asuko señaló su cámara de fotos, al otro lado de la hoguera.
—¡Inmortalizarlo! Bueno... en foto, claro —rio.
—¿Y luego correr?
—Y luego correr.
—Todo pescado.
—Todo pescado.
Daruu y Asuko se miraron durante unos segundos, y luego, al unísono, se echaron a reír.
—¿Qué fue lo que te motivó a salir de tu hogar y dedicarte a investigar temas paranormales? Andar en ruinas y demás puede conllevar varios peligros, pero no parece importarte con tal de lograr tu objetivo.
Aunque desconfiada —tardó unos cuantos segundos en responder, Asuko se acercó un poco más a Roga y dijo:
—¿Habéis oído hablar de la leyenda de Shiro Shinigami? —Los miró a ambos con ojos brillantes.
—Ah, ese cuento de terror que habla de un antiguo sacerdote que hacía sacrificios a los dioses en cementerios —dijo Daruu—. Al final de la historia, Amaterasu le convierte en Shinigami y desde entonces se dedica a vagar entre lápidas.
—¡No es un cuento! ¡Es real! Llevo investigando cementerios de todo Oonindo durante varios años, y... ¡y entonces escuché los rumores! ¡Aquí debe estar Shiro Shinigami!
—¿Y qué pretendes hacer si te lo encuentras de verdad?
Asuko señaló su cámara de fotos, al otro lado de la hoguera.
—¡Inmortalizarlo! Bueno... en foto, claro —rio.
—¿Y luego correr?
—Y luego correr.