27/04/2019, 01:52
(Última modificación: 27/04/2019, 01:55 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
Cuando Daigo volvió a abrir los ojos, se encontró con que no solo el maleante había salido disparado por el puñetazo de su compatriota, sino que el joven al que habían intentado ayudar también había convertido a Kumopansa en una especie de proyectil improvisado que lanzó contra Yota.
«Normal, yo también me habría asustado si Kumopansa me saltara a la espalda».
Al contrario que su compañero, Daigo no hizo ningún esfuerzo en atrapar al yonqui, no tenía sentido.
la pelea entre Yota y Ushi continuó sin que boxeador interviniera de otra forma que no fuera como espectador, pues ya era suficientemente injusto para el Toro pelear contra un ninja ¡Cómo para hacerlo pelear contra dos!
Además, todavía no se acababa de sentir cómodo con nada de aquello.
Mientras el combate se convertía en una en una guerra de provocaciones, el genin peliverde decidió escalar de nuevo la pared hasta lo más alto para obtener un mejor rango de visión. Claro, no sin antes dejar un Bunshin común apoyado en la misma pared fuera del campo de visión de Ushi, aparentemente distraído observando la contienda.
«Por favor ¡No lo esquives!» pensó el verdadero ninja al ver la misma baba dorada que había conseguido atrapar al perro de Inuzuka Nabi siendo lanzada contra el maleante.
Una vez posicionado, se preparó para interceptar la llegada de Ashi y aquellas supuestas "trufas".
«Normal, yo también me habría asustado si Kumopansa me saltara a la espalda».
Al contrario que su compañero, Daigo no hizo ningún esfuerzo en atrapar al yonqui, no tenía sentido.
la pelea entre Yota y Ushi continuó sin que boxeador interviniera de otra forma que no fuera como espectador, pues ya era suficientemente injusto para el Toro pelear contra un ninja ¡Cómo para hacerlo pelear contra dos!
Además, todavía no se acababa de sentir cómodo con nada de aquello.
Mientras el combate se convertía en una en una guerra de provocaciones, el genin peliverde decidió escalar de nuevo la pared hasta lo más alto para obtener un mejor rango de visión. Claro, no sin antes dejar un Bunshin común apoyado en la misma pared fuera del campo de visión de Ushi, aparentemente distraído observando la contienda.
«Por favor ¡No lo esquives!» pensó el verdadero ninja al ver la misma baba dorada que había conseguido atrapar al perro de Inuzuka Nabi siendo lanzada contra el maleante.
Una vez posicionado, se preparó para interceptar la llegada de Ashi y aquellas supuestas "trufas".
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.